Shanghái (China), 20 jun (EFE).- La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) anunció hoy que ha despedido a un alto cargo suyo, la funcionaria Li Zhiling, una jefa de sección en su departamento de supervisión de la emisión de nuevas acciones, por abuso de información privilegiada por parte de su marido.
Según informó hoy la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina del Partido Comunista de China (PCCh), el principal organismo oficial anti-corrupción de la República Popular, mediante un comunicado, el marido de Li había utilizado información privilegiada conocida por su esposa para invertir en bolsa.
En consecuencia, Li ha perdido su trabajo, y el caso ha sido transferido a un organismo judicial especializado en delitos laborales, según la escueta información difundida.
La noticia llega en un momento especialmente sensible para las bolsas chinas, que después de una larga racha alcista desde noviembre pasado, que dispararon al índice general de Shanghái, el referencial de los parqués del país, hasta su mejor momento en siete años, tuvieron esta semana su peor desplome desde la crisis mundial.
El indicador shanghainés cayó un 13 por ciento esta semana, lo que incluye un 6,42 por ciento sólo ayer.
La emisión de nuevas acciones es uno de los puntos más delicados de las volátiles bolsas de Shanghái y Shenzhen, y llegó a obligar a la CRMV a suspender sus procedimientos de aprobación de nuevas ofertas públicas de valores (OPV) entre octubre de 2012 y enero de 2014, por la sobrevaloración excesiva que tenían en su primer día.
A aquella decisión se sumaron varias medidas para restringir el acceso de las firmas con peores resultados a los parqués chinos, después de las fuertes pérdidas que había estado acumulando durante más de tres años, aunque en 2014 se empezó a estabilizar la situación, hasta que en noviembre comenzó la actual racha alcista.
Aquellas pérdidas se debieron en parte a que, hasta 2012, se toleró un aluvión de OPV que infló de manera irreal los precios de salida al mercado de las empresas y drenó buena parte de las inversiones en otras firmas para especular en las recién llegadas.
A los pocos días de cada salida, el mercado equilibraba a la baja los precios reales de las nuevas acciones, y millones de pequeños inversores sufrían una y otra vez fuertes pérdidas, como principales víctimas de estas exageraciones fraudulentas, de ahí que en 2013 se endureciera el mecanismo de aprobación de nuevas OPV.
Con todo, la prensa de Hong Kong reveló en enero pasado que la CRMV baraja ahora delegar este mismo año ese proceso de aprobación a las propias bolsas de Shanghái y Shenzhen, a cuyas manos podrían pasar los cientos de solicitudes que aún hay pendientes, tras su acumulación durante los 14 meses de parón hasta hace año y medio.