Yakarta, 9 jul (.).- Un portavoz de los familiares de las víctimas del Boeing (NYSE:BA) 737 siniestrado en 2018 en Indonesia calificó este martes de insuficiente el acuerdo del fabricante aéreo estadounidense por el que se declara culpable de fraude y pagará una multa para evitar un juicio.
El portavoz de las familias indonesias, Anton Sahadi, indicó a EFE que el acuerdo entre Boeing y el Departamento estadounidense de Justicia, que incluye el pago de una multa de 243,6 millones de dólares (224,96 millones de euros), no ha tenido en consideración la opinión de las víctimas.
Sahadi afirmó que las responsabilidades penales deberían ser mayores y que el acuerdo no permite que Boeing cumpla con su obligación hacia los familiares de las víctimas.
Boeing, el mayor fabricante aeroespacial del mundo, ha aceptado declararse culpable del delito de fraude ante los reguladores estadounidenses de seguridad aérea antes de los dos accidentes acaecidos en 2018 y 2019 en Indonesia y Etiopía por fallos de diseño en su modelo 737 MAX, en los que murieron 346 personas.
El acuerdo implica que la compañía acepta que engañó en el proceso de certificación de los aviones 737 MAX y pagará una multa de 243,6 millones de dólares, al tiempo que se compromete a gastar otros 455 millones en los próximos tres años para mejorar sus programas de cumplimiento y seguridad.
El acuerdo, que debe ser aprobado por un juez federal, evitará a Boeing someterse a un juicio y pagar una cantidad muy inferior a los 24.800 millones de dólares que las familias de las víctimas reclamaban al fabricante de aviones.
En un comunicado, Sahadi afirmó que el castigo contra Boeing debería ser mayor e incluir, por ejemplo, cargos penales contra quienes dieron luz verde a la venta de los aviones 737 MAX.
"Si este accidente ocurre otra vez en el futuro, Boeing hará lo mismo, ofrecer una 'disculpa'", lamentó el portavoz.
Este caso se deriva de dos accidentes, incluido el de un Boeing 737 Max operado por la aerolínea indonesia Lion Air que se estrelló en octubre de 2018 unos 13 minutos después de despegar del aeropuerto Soekarno–Hatta de Yakarta, matando a las 189 personas a bordo.
Cinco meses más tarde, otro Boeing 737 Max de la aerolínea etíope Ethiopian Airlines sufrió un accidente seis minutos después de despegar del aeropuerto internacional de Addis Ababa, causando la muerte de 157 personas.
En ambos casos, los aviones sufrieron problemas en el control de vuelo por fallos del diseño.