Madrid, 23 feb (.).- La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) cree que los socios y administradores deberían tener los mismos incentivos que los ajenos para hacerse con las unidades productivas de empresas en concurso de acreedores, en contra de la discriminación que sufren bajo la normativa vigente.
El documento "Solvencia empresarial y derecho concursal: algunas reflexiones a la luz del covid", del grupo de trabajo mixto COVID-19 de Fedea, defiende que equiparar los incentivos repercutiría favorablemente en la viabilidad de la empresa y en la conservación del tejido productivo ante la avalancha de quiebras que producirá la crisis sanitaria.
El informe aboga por aplicar los mismos incentivos a las personas especialmente relacionadas con la empresa concursada, "a menos que hayan generado o agravado el estado de insolvencia".
En la normativa concursal no se justifican los motivos de dicha discriminación, que "priva a este círculo de personas de los incentivos generalmente otorgados a los adquirentes de unidades productivas".
Su finalidad es prevenir comportamientos fraudulentos tendentes a eludir el pago de las deudas contraídas en el desarrollo de la actividad empresarial, "olvidando por otro lado que la persona jurídica no puede identificarse ni confundirse con la persona físicas que la gestionan, o que son propietarias de ésta".
Además, existen otros mecanismos para prevenir o castigar dicho fraude, pero no se puede presuponer que los administradores y socios hayan actuado de forma fraudulenta.
Otorgar también esos incentivos a los administradores y socios de las empresas concursadas "haría más probable tanto la venta de unidades productivas como su supervivencia", al aumentar el número de adquirentes potenciales, y permitiría preservar el capital humano.
Fedea repasa también las estimaciones disponibles de los efectos de la pandemia sobre las cuentas de las empresas, y concluye que, pese a las importantes ayudas que se han puesto en marcha, todo apunta a que hasta un 40 % de las compañías españolas necesitará llevar a cabo en los próximos meses al menos una reestructuración de su deuda.
Más de un tercio de ellas tendrá, además, problemas de solvencia, por lo que convendría ir preparando una "caja de herramientas para lidiar con ella".