Lisboa, 27 mar (EFE).- La presión sobre la deuda soberana de Portugal se ha estabilizado durante las últimas semanas, y en el caso de los títulos ha dos años ha caído en picado hasta cotizar a la menor tasa de interés de los últimos nueve meses.
Los inversores exigían hoy en el mercado secundario -donde se compran y venden los bonos adquiridos en subasta pública- por las obligaciones lusas a dos años una rentabilidad del 10,36 por ciento, un "mínimo" que no se alcanzaba desde junio de 2011.
De esta forma, los intereses que penalizan los títulos a dos años han caído más de diez puntos desde hace apenas dos meses, a finales de enero, cuando batieron un máximo histórico al superar por primera vez desde la entrada en vigor del euro el 21 por ciento.
Una evolución a la baja que también ha experimentado la deuda portuguesa a cinco años, que cotizaba hoy al 14,87 por ciento de interés, ligeramente inferior al de ayer y lejos de las tasas que alcanzara el pasado mes de enero, cuando llegó a sobrepasar el 22 por ciento.
A diez años, las obligaciones lusas continúan en el entorno del 12 por ciento de interés desde finales del mes de febrero, lo que es interpretado por los analistas como una señal positiva de los mercados tras dos años de presión y volatilidad continuas.
La mayor tasa a la que han cotizado estos títulos desde la entrada en vigor del euro también se alcanzó a finales de enero, cuando se situó el 17 por ciento.
Aun así, los expertos consideran estas tasas demasiado elevadas, y recuerdan que por la deuda española e italiana -otros dos países bajo presión de los mercados- a diez años se paga un interés que ronda el 5 por ciento.
De hecho, la prima de riesgo de Portugal -es decir, la diferencia respecto al bono alemán- sigue por encima de los mil puntos, ya que la rentabilidad de las obligaciones germanas a diez años era hoy del 1,93 por ciento.
Portugal no emite deuda pública a largo plazo -a un plazo superior a dos años- desde que solicitara el rescate financiero, en abril del año pasado, debido a que los 78.000 millones de euros prestados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional son suficientes para cubrir sus necesidades de financiación hasta el segundo semestre de 2013.
En ese momento deberá volver al mercado de obligaciones, una posibilidad de la que dudan analistas, inversores y agencias de calificación, que utilizan como referencia las inasequibles tasas a las que todavía cotizan sus títulos en el mercado secundario.
De no poder emitir deuda, Portugal debería recurrir a un segundo rescate, una hipótesis que ha sido rechazada tajantemente por el Gobierno luso, que confía en recuperar la confianza de los mercados antes de ese plazo. EFE