Bruselas, 13 abr (.).- El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, dijo hoy tras reunirse en Bruselas con miembros de la Comisión Europea y de la Eurocámara que está convencido de que la aplicación de la normativa Euro 7 para vehículos prevista para 2025 se retrasará al menos hasta 2027.
"Creo que vamos a conseguir que se vaya a retrasar y va a afectar favorablemente a la industria del automóvil, que es la segunda industria más potente de la UE", declaró Sánchez Llibre en un encuentro con la prensa en Bruselas.
El Ejecutivo comunitario presentó el pasado noviembre su propuesta para actualizar esa actualización de la normativa para marcar los límites máximos de emisiones contaminantes en vehículos diésel y gasolina desde 2025 hasta que en 2035 sólo se puedan vender automóviles y furgonetas de cero emisiones en la UE.
Como novedad en el reglamento, la propuesta de la Comisión busca reducir también los contaminantes que puedan desprender los frenos y las ruedas, extremo que se endurecería en futuras revisiones de la normativa una vez que sólo se puedan vender coches que no generen CO2.
Sin embargo, y en línea con los argumentos de la industria automovilística, Foment considera que es "una inversión tecnológica que no compensa" y que se traduciría en un sobrecoste de unos 2.000 euros por vehículo.
Algunas de las 17 fábricas automovilísticas de España tendrían que parar hasta 18 meses la producción para adaptarse de golpe, mientras que una transición gradual allanaría el camino de los fabricantes, indicaron fuentes de Foment.
Pero debido a la disparidad de opiniones en el debate sobre la automoción, Foment cree que es muy difícil que la Eurocámara y el Consejo de la UE puedan negociar y aprobar esa normativa antes del final de la legislatura europea con las elecciones al Parlamento Europeo en la segunda mitad de 2024.
Ese retraso supondría un "balón de oxígeno" para la industria, aseguró.
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