Washington, 28 feb (EFE).- El Senado de EE.UU. no logró avanzar hoy en sendas propuestas alternativas presentadas por demócratas y republicanos para conjurar los recortes masivos de gasto de 85.000 millones de dólares que, sin un acuerdo fiscal, entrarán en vigor mañana en toda la burocracia federal.
Una medida republicana, que fue rechazada 38-62, no elevaba los impuestos -como prefieren los demócratas- pero hubiera dejado intactos los recortes presupuestarios y daba a la Casa Blanca la flexibilidad de decidir su manejo.
Esa medida requeriría al menos 60 votos para avanzar en el proceso legislativo y afrontó la oposición de nueve republicanos que se quejaron de que la iniciativa podía concederle demasiada flexibilidad al presidente del país, Barack Obama.
La segunda propuesta, presentada por los demócratas, fue bloqueada en una votación de 51-49 y se acercaba más a la visión de la Casa Blanca de combinar un aumento de impuestos y una serie de recortes al gasto público.
Obama prevé reunirse mañana a puerta cerrada con los principales líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso, mientras continúan las negociaciones a contrarreloj para evitar la puesta en marcha de los recortes.
Durante su acostumbrada rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, manifestó que el encuentro tiene el objetivo de responder a la crisis por los inminentes recortes y a los retos fiscales a largo plazo.
Los recortes fiscales, en todo caso, "son tan solo una pieza del reto más amplio acá que es reducir el déficit de forma equilibrada", señaló el portavoz.
Pero el temor es que, concluidas hoy las labores en ambas cámaras del Legislativo, se acabe el tiempo para las negociaciones y los recortes al gasto público -buena parte de ellos en materia de Defensa- entren en vigor como está previsto.
La crisis actual es producto de un pacto aprobado por el Congreso en agosto de 2011 para elevar el techo de la deuda y comprometerse a reducir el déficit a largo plazo.
Hasta ahora, ambos partidos parecen inamovibles en sus posiciones sobre cómo, dónde y por cuánto efectuar esos recortes para hacer frente a la deuda y el abultado déficit fiscal en Estados Unidos. EFE