Viviana García
Londres, 5 jun (.).- El G7, formado por las economías más desarrolladas del mundo, llegó este sábado a un acuerdo "histórico" para tributar a las grandes multinacionales, como los gigantes digitales, en los territorios donde obtienen sus beneficios.
Los responsables económicos del Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón apoyaron la reforma del sistema fiscal mundial al término de una reunión de dos días en el palacete de Lancaster House, en el centro de Londres.
Después de casi diez años de intentos, el G7 se puso además de acuerdo en una tipo fiscal de sociedades de al menos el 15 %, por debajo del 21 % al que aspiraba EE.UU.
El pacto alcanzado en Londres no está todavía en vigor porque aún tiene que abordarse en la reunión del G20 -países desarrollados y emergentes- del próximo julio en Venecia.
Además, la definición de grandes compañías multinacionales aún tiene que ser acordada al nivel mundial.
El objetivo del G7 es que las multinacionales paguen impuestos donde obtienen sus beneficios y no donde tienen su sede física.
"Estoy encantado de anunciar que hoy, después de años de discusiones, los ministros de Finanzas del G7 han alcanzado un acuerdo histórico para reformar el sistema fiscal global", dijo Sunak en una declaración colgada en su cuenta de Twitter.
UN ACUERDO PARA LA ERA DIGITAL GLOBAL
El pacto está pensado para adaptarlo a la "era digital global" y "asegurar que es justo, de modo que las compañías adecuadas (por los gigantes tecnológicos) pagan el impuesto adecuado en el lugar adecuadas", agregó el titular de Economía.
"Es algo de lo que se ha hablado durante al menos diez años. Y aquí, por primera vez hoy, hemos llegado a un acuerdo de principios tangibles sobre cómo deben ser estas reformas y es un gran progreso", añadió Sunak, que calificó de "justo" el sistema.
La reforma puede afectar a gigantes tecnológicos como Apple (NASDAQ:AAPL), Google (NASDAQ:GOOGL) y Facebook (NASDAQ:FB), ya que hasta ahora las grandes compañías pueden establecer sedes en países con un tipo de sociedades relativamente bajo y declarar allí impuestos sobre sus beneficios, aún si éstos procede de elevadas ventas realizadas en otros lugares.
UN ACUERDO DESPUÉS DE AÑOS DE TRABAJOS
Tras la reunión, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, tuiteó que los países del G7 respondieron al "desafío" en este "momento histórico" al acordar los principios fundamentales para un nuevo sistema fiscal internacional.
"Francia puede sentirse orgullosa de haber liderado esta lucha durante más de cuatro años. Este acuerdo hará posible tributar a los gigantes digitales y, por primera vez, aplicar un tipo mínimo de sociedades", añadió el ministro francés.
"Hemos demostrado -dijo- que las potencias del G7 pueden establecer reglas internacionales para el siglo XXI. Esta posición común despeja el camino para un acuerdo mundial en Venecia en julio".
El titular alemán de Finanzas, Olaf Scholz, dijo que se trata de una "muy buena noticia" sobre justicia fiscal y una "mala noticia para los paraísos fiscales".
UN PACTO CON DOS PILARES
Una portavoz del Departamento del Tesoro británico dijo que se trata de un acuerdo formado por dos pilares que responde a los "desafíos fiscales" que surgen de "una economía digital" y "global".
"Con el primer pilar de este acuerdo histórico, se requerirá que las grandes multinacionales y las más rentables paguen impuestos en los países en los que operan, no solo donde tienen su sede", añadió.
"Con el segundo pilar, el G7 acordó también el principio de establecer un tipo de sociedades de al menos el 15 %", dijo.
El acuerdo de reforma fiscal del G7 puede ayudar a los gobiernos a recaudar miles de millones de dólares para hacer frente a sus abultadas deudas derivadas de la crisis económica provocada por la pandemia de la covid-19.
El G7 se comprometió también a apoyar a los países más pobres y vulnerables del mundo para atender los desafíos sanitarios y económicos asociados a la pandemia.
Además, resaltó la necesitad de apoyar un sistema financiero global ecológico a fin de que las decisiones financieras se tomen pensando en consideraciones climáticas.