Madrid, 24 mar (.).- Funcas cree que el sector de la vivienda no se encuentra en el epicentro de la actual crisis, a diferencia de lo que ocurrió en 2008, y señala que si no hay sorpresas negativas el ajuste del mercado residencial va a ser mucho más digerible que en la crisis anterior.
Además, constata una mejora de las expectativas desde el verano pese a que al comienzo de la pandemia se temió una fuerte caída en la actividad y en el precio.
Por ello, entiende que si no hay cambios negativos en la coyuntura económica, y a la espera de tener la fotografía final del efecto de la crisis sobre el mercado de trabajo, la hipótesis más verosímil es que esta vez el ajuste del mercado residencial sea mucho más digerible que en la crisis anterior.
Además, Funcas destaca que tampoco existen síntomas de sobrevaloración, sobreoferta, de relajación de los estándares crediticios o de vulnerabilidad financiera de los hogares.
Del lado de los precios, la distancia respecto a máximos es todavía importante, más de un 23 %, y también los niveles de esfuerzo y accesibilidad están muy alejados de los existentes en 2008 ya que actualmente para comprar una vivienda de tamaño medio en España se necesitan 7,3 años de renta bruta, frente a los 9 años necesarios en el máximo de la burbuja.
Por otro lado, apunta que el moderado comportamiento de los precios en los últimos trimestres y las expectativas de que los tipos de interés mantengan en los niveles actuales durante bastante tiempo hacen pensar que el esfuerzo para acceder a una vivienda difícilmente llegará a niveles preocupantes en el medio plazo.
Aunque, la clave será que el crecimiento de la renta de las familias se acompase a la evolución de los precios en el sector residencial.
Tampoco se observa que en España haya un problema de carga excesiva de la deuda, sobre todo, en relación a otras economías europeas. En España, solo el 8,5 % de los hogares debe hacer frente a gastos de la vivienda (alquiler o pago de hipoteca) superiores al 40 % de su renta disponible, porcentaje inferior a la media de la UE (9,8 %) o de países como Italia, Alemania o Reino Unido, entre otros.
Con el fin de no depender solo del sector público e incentivar la financiación bancaria, Funcas propone la aplicación de avales públicos a los créditos bancarios destinados también a la inversión en dichos activos, con objeto de reducir el riesgo de este tipo de operaciones.