París, 31 mar (.).- El consejero delegado de Iberdrola (MC:IBE), José Ignacio Sánchez Galán, insistió este miércoles en la urgencia para una descarbonización total de la economía mundial, con medidas inmediatas mucho más ambiciosas, con un marco regulatorio predecible y ayudas para el hidrógeno obtenido por fuentes renovables.
"Necesitamos una economía de carbono cero, no una economía baja en carbono", subrayó Sánchez Galán durante su intervención en una mesa redonda durante la cumbre organizada de forma virtual por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la presidencia británica de la COP26 sobre los compromisos para alcanzar la neutralidad en las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El máximo responsable de Iberdrola advirtió en una mesa redonda, coordinada por la ministra española de la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de que "lo que no se haga durante esta década, no permitirá cumplir con los objetivos" de neutralidad de carbono para 2050 que se ha fijado buena parte de la comunidad internacional.
A su parecer, ya ha pasado el tiempo de los discursos y ahora "las palabras tienen que transformarse en actos, sin dilación", tras constatar el consenso que hay en la actualidad sobre los Acuerdos de París suscritos en 2015 para intentar limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
Señaló las responsabilidades que tienen las empresas y recordó que en el caso de Iberdrola, ha estado "liderando" la transición energética en las tres últimas décadas y ahora sus emisiones en la generación de electricidad son "tres o cuatro veces" inferiores a las de otras compañías del sector en Europa y Estados Unidos.
Sánchez Galán explicó que la empresa española ya ha cerrado sus plantas de generación de electricidad a partir de carbón y derivados petrolíferos, y tiene intención de multiplicar por tres su capacidad en renovables para 2030, que es para cuando se han marcado la meta de alcanzar la neutralidad de carbono.
En esta cumbre organizada en preparación de la COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre participaron negociadores de las grandes potencias mundiales, que son también los principales responsables de las emisiones, como China, Estados Unidos, la Unión Europea, India o Japón.