Bruselas, 3 dic (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la UE intentarán mañana llegar a un acuerdo sobre los textos legales que permitan a la eurozona crear el supervisor bancario único, pese a las diferencias que aún permanecen entre los países del euro y los de fuera del área de la moneda única sobre varios aspectos.
Las reticencias por diferentes motivos del Reino Unido, de Alemania y de Suecia, pero también de varios países de Europa del Este, como la República Checa, Polonia, Hungría y Bulgaria dificultan un consenso, por lo que el asunto podría ser referido directamente a la próxima cumbre de líderes de los días 13 y 14.
Los líderes europeos acordaron en la última cumbre ordinaria de octubre aprobar antes del 1 de enero de 2013 el marco legal para la creación del supervisor bancario único y desarrollar su capacidad operativa a lo largo de ese año, pero dejaron abierto el calendario y la fecha para la recapitalización directa de la banca.
Entre los obstáculos figura sobre todo el equilibrio entre los países del euro y los de fuera de la eurozona en la toma de decisiones en la Autoridad Bancaria Europea (ABE) y en el Banco Central Europeo (BCE) para evitar discriminaciones.
En el primer caso, el Reino Unido quiere tener más poderes, dado que la ABE con sede en Londres seguirá definiendo los estándares técnicos para la supervisión bancaria.
El Reino Unido teme quedar en minoría en este organismo regulador, que toma sus decisiones por mayoría cualificada, si la eurozona y los países del euro se unieran en su voto.
Para remediar este problema, el Parlamento Europeo propuso una doble mayoría, es decir tanto los países del euro como los que no tienen la moneda única tendrán el mismo derecho de voto, lo que también significa que podría haber bloqueo.
El otro problema es la participación de los países de fuera del euro en el supervisor.
La solución prevé la creación de un consejo de supervisión en el que estén representadas todas las autoridades supervisoras de la zona euro y de aquellos países que deseen formar parte de este mecanismo de supervisión bancario único.
Estos últimos tendrán el mismo derecho a la participación y voto idéntico que los Estados de la eurozona.
Las decisiones del consejo de supervisión bancaria deberán ser asumidas y consideradas operativas por acuerdo tácito por el consejo de gobernadores del BCE, en el que no tienen representación los países que no comparten la moneda única.
De todos modos, el BCE sí podría oponerse a aquellas decisiones que comprometieran la estabilidad de la zona euro, según la Comisión Europea, mientras que el Parlamento Europeo afirma que únicamente podrá pedir que se cambie el acuerdo.
Eso permitirá a los países de fuera del euro mantener influencia sobre la toma de decisiones.
Países como Suecia cuestionan que el consejo supervisor esté supeditado al consejo de gobernadores e insisten en un cambio de Tratado.
Otro problema lo plantea Alemania, dado que tanto la Comisión Europea como la Eurocámara establecen que el BCE tendrá "la última palabra" en el control de los 6.000 bancos de la eurozona y Berlín sigue rechazando que se supervise a sus bancos regionales.
El BCE se dedicará principalmente a vigilar a los bancos que han recibido ayudas públicas y aquellos que puedan suponer un riesgo sistémico para el conjunto del sistema financiero.
Las autoridades nacionales competentes se encargarán de la supervisión diaria y del resto de los bancos en colaboración con la institución monetaria.
Varios países piden a la Comisión Europea más estudios sobre el impacto de la supervisión en el Mercado Único y algunos países del Este, como la República Checa, temen que, en caso de una reestructuración o recapitalización las filiales de bancos extranjeros en su territorio, ahora bajo control de las autoridades nacionales, caigan bajo el control del BCE.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, dijo hoy en el Parlamento Europeo que no cree "que mañana ya podamos dar ese mandato" para iniciar las negociaciones con el Parlamento Europeo, y consideró que "se están creando demasiadas expectativas en torno a la unión bancaria". EFE