Madrid, 9 feb (.).- El Gobierno ha aprobado la Estrategia de Almacenamiento Energético, que prevé que España cuente con una capacidad total de almacenamiento de unos 20 gigavatios (GW) en 2030 (incluidos los 8,3 GW que existen ahora) y 30 GW en 2050, que el Ejecutivo quiere que sirvan, entre otras cuestiones, para dar estabilidad a los precios de la luz en el medio plazo.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes esta estrategia de almacenamiento energético, constituido por una serie de tecnologías que permiten guardar la energía en los momentos en que hay excedentes para utilizarla cuando el recurso renovable -que es el más barato por el menor coste de producción- es escaso o la demanda es elevada y precisa de ser cubierta con otras fuentes de energía más caras.
Además, el almacenamiento permite la integración de las renovables en el sistema en lugar de tener que contar con una capacidad de respaldo equivalente a la energía renovable disponible, al poder utilizar los excedentes de producción que se generan cuando hay mucho sol o mucho viento en los momentos en que hay poco recurso solar o eólico.
La Estrategia incluye el aprovechamiento de la energía disponible en el parque de vehículos eléctricos -26 gigavatios hora (GWh) anuales para 2030-, la capacidad adicional de almacenamiento en lo que se denomina "detrás del contador" (baterías de sistemas de abastecimiento propios de viviendas y locales) -un mínimo de 400 megavatios (MW) en 2030, así como el almacenamiento a gran escala de las centrales termosolares.
Las capacidades de 20 GW para 2030 y de 30 GW para 2050 consideran tanto almacenamiento a gran escala como el distribuido, aportados por diversos sistemas, tanto diarios como estacionales.
El documento de la Estrategia identifica un amplio abanico de tecnologías de almacenamiento, como las centrales hidráulicas de bombeo, que permiten impulsar el agua para almacenarlas en depósitos o presas a gran altura y liberarla para producir electricidad cuando hay una alta demanda.
También están las baterías que se aplican en la movilidad eléctrica y en sistemas de autoconsumo para viviendas o negocios, donde en combinación con placas solares, permiten almacenar la energía sobrante para utilizarla en los momentos en que no hay sol.
Las baterías también se pueden aplicar a gran escala mediante la hibridación con plantas de generación renovable.
Por su parte, los sistemas de almacenamiento térmico con que cuentan las centrales termosolares permiten almacenar calor en tanques de sales fundidas a alta temperatura para posteriormente emplearlo en la producción de electricidad.
La capacidad de almacenamiento que aportan las centrales termosolares permite adaptar la producción a la demanda y reducir los vertidos renovables.
Otro sistema de almacenamiento más innovador es el hidrógeno renovable.
La Estrategia incluye diez líneas de acción y 66 medidas que abordan la participación del almacenamiento en el sistema energético, las comunidades energéticas con el fin de generar espacios de participación ciudadana, el impulso al hidrógeno verde, la segunda vida de las baterías, la formación de profesionales, el almacenamiento en las islas, el impulso a la I+D+i y la eliminación de barreras administrativas para los proyectos de almacenamiento.
Entre las medidas contempladas en el documento, está la promoción de proyectos de almacenamiento en las zonas afectadas por el cierre de minas de carbón, centrales de esta tecnología y nucleares para aprovechar sus recursos endógenos.
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la estrategia "va a dotar de mayores y mejores herramientas" al conjunto del sistema para aportar flexibilidad y garantizar la estabilidad de la red, minimizar los vertidos de energía, así como "garantizar la calidad, la economía y la seguridad del suministro".
ESTABILIDAD DE LOS PRECIOS DE LA LUZ EN EL MEDIO PLAZO
Ha añadido que la Estrategia de Almacenamiento "es un paso más para hacer real y para hacer viable la estabilidad de los precios de la luz en el medio plazo".
Montero ha dicho que en el mes de enero, a raíz del pico de la subida de la luz, el Gobierno ya trasladó que el Ministerio para la Transición Ecológica "estaba trabajando en transformaciones de profundidad que iban a permitir en el medio plazo que no se produjera esta situación por la falta de entrada en el sistema de las energías renovables".
Ha afirmado que "hoy se empiezan a poner esos cimientos para que haya una fórmula de almacenamiento de esta energía renovable" para hacer frente a las brechas que puedan surgir en un momento determinado entre demanda y oferta, a través del almacenamiento cuando haya excedentes y tener electricidad reservada para los momentos en que se necesite o haya déficits de generación renovable por falta de viento u otras condiciones meteorológicas.