Moscú, 4 dic (.).- El Banco Central de Rusia (BCR) y el Gobierno discreparon este miércoles sobre las medidas a tomar para frenar la inflación, después de que el ejecutivo alertase de que mantener altos los tipos de interés puede "enfriar" la economía nacional.
En un foro organizado por el banco VTB, el ministro de Desarrollo Económico, Maxim Reshétnikov, ha dicho que "el Gobierno hace todo lo posible tanto para ampliar la economía de oferta como para ayudar al BCR a cumplir la misión conjunta y suavizar lo antes posible la política financiero-crediticia".
En su opinión, "las excesivas restricciones al acceso a los créditos pueden conducir no solo a una reducción de estos, sino también del nivel de empleo y a un enfriamiento".
"Existe el riesgo de que el enfriamiento de la economía alcance un nivel no compatible con nuestros objetivos", ha afirmado en un panel que ha compartido con la presidenta del BCR, Elvira Nabiúlina.
"Sí, comprendemos que el Banco Central sube los tipos de interés para encarar la inflación", pero "esto genera gastos adicionales para nosotros", ha recordado.
La inflación, según los datos oficiales, es del 8,5 % y el tipo de interés fijado por el BCR es del 21 %, un nivel récord en casi tres décadas que el regulador, partidario de continuar endureciendo la política monetaria, no descarta elevarlo aún más en diciembre próximo.
Ante esto, cada vez son más los funcionarios de alto rango y economistas que critican la política del Banco Central y advierten de un posible estancamiento económico acompañado de una elevada inflación.
Por su parte, Nabiúlina ha admitido la posibilidad de que los tipos crezcan aún más, porque no se puede esperar que "la inflación se reduzca por si sola", aunque ha matizado que, el alza de los intereses, "no es nada predefinido".
"Sí, tenemos un nuevo factor que impulsa la inflación, las tasas de cambio de divisas, el incremento de los precios sigue siendo alto, pero ya vemos que tiene lugar una ralentización de los créditos, incluyendo los de los clientes corporativos", ha resaltado.
Además, ha comparado la inflación con la fiebre alta, al señalar que es el síntoma de una enfermedad; y ha asegurado que el objetivo del BCR y del Gobierno es lograr "un crecimiento realmente estable" de la economía rusa.
Por ello, ha defendido los tipos de interés como "un arma potente para luchar contra la inflación", que, en su opinión, ha permitido a Rusia evitar la caída "en la espiral inflacionaria".
Sin embargo, ha reconocido que, pese a los esfuerzos del regulador ruso. la inflación todavía no se reduce.
"Este año, lamentablemente, la inflación será mayor que en el siguiente. La distancia de ralentización hasta nuestro objetivo tomará todo el año que viene e incluso parte de 2026", ha augurado.