Bruselas, 27 mar (EFE).- La Comisión Europea (CE) anunció hoy la apertura de una consulta pública que busca recabar puntos de vista para plantear a los Estados miembros que asuman objetivos de obligado cumplimiento para 2030 en materia energética y de reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La publicación de este "Libro Verde" -documento para la consulta, que está abierta hasta el 2 de julio- es un primer paso con el que el Ejecutivo europeo espera poder presentar a finales de año propuestas legislativas para un nuevo marco estratégico sobre clima y energía en 2030.
El objetivo es que la iniciativa esté lista para ser negociada en el segundo semestre de 2014, una vez que pasen las elecciones europeas y haya una nueva Eurocámara para tener los objetivos aprobados ese mismo año o en 2015 "a más tardar", dijo el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, en una rueda de prensa.
En la consulta, que está abierta hasta el 2 de julio, pueden participar todas las partes interesadas, incluidos las administraciones públicas nacionales, regionales o locales y las instituciones comunitarias.
La idea de la Comisión Europea es recabar posturas sobre el contenido que debe tener su propuesta para establecer metas vinculantes a los países para 2030, un punto medio en el objetivo general que se ha marcado la Unión Europea de reducir las emisiones de CO2 entre un 80 y un 95 % en 2050.
La Comisión Europea no ha querido adelantar si baraja una cifra para el nuevo objetivo, pero la Comisaria de Acción por el Clima, Connie Heedegard, indicó que los análisis que maneja la institución apuntan a que una reducción del 40 % de las emisiones de CO2 para 2030 sería el más eficiente en relación a los costes.
Esto supondría doblar el objetivo establecido para 2020, el 20 %, que los Veintisiete esperan cumplir sin problemas, según Oettinger.
El comisario señaló que es necesario establecer también nuevas metas vinculantes para 2030 en los otros dos aspectos que se consideraron en 2020: las energías renovables y la eficiencia energética.
"Estamos convencidos de que los objetivos vinculantes son los únicos que son efectivos", explicó Oettinger, quien señaló que hay un margen de flexibilidad para tener en cuenta la situación de cada país a la hora de establecer los objetivos.
Hedegaard defendió la necesidad de establecer una estrategia que oriente a los Veintisiete en sus esfuerzos, especialmente en el contexto de crisis económica, a la vez que dé seguridad a los inversores en el sector energético.
El Ejecutivo europeo también ha publicado hoy una comunicación sobre el futuro de la captura y el almacenamiento de carbono en Europa, "para abrir un debate sobre las alternativas disponibles para su desarrollo", según un comunicado.
En este documento, evidencia los problemas a los que se enfrenta el desarrollo de esta tecnología, como los bajos precios de los derechos de emisión de CO2 europeos, que no presentan incentivos a las industrias a invertir en sistemas innovadores.
Además, la CE aprobó un informe sobre el progreso de los Estados miembros en la consecución de los objetivos de energía renovable fijados para 2020, y otros dos documentos sobre la sostenibilidad de los biocombustibles y los biolíquidos consumidos en la UE.
"Se precisan más esfuerzos para que el sector (de las renovables) siga avanzado y se alcancen los objetivos fijados para 2020", señaló la CE, "en particular, es preciso reforzar la seguridad para los inversores, reducir las cargas administrativas y hacer una planificación más clara".
Oettinger apuntó a aquellos países -como España - que han retirado los subsidios a las energías renovables con efectos retroactivos, lo que crea incertidumbre entre los inversores, aunque no mencionó a ningún Estado miembro en concreto. EFE