Atenas, 10 jul (EFE).- Grecia colocó hoy 1.500 millones de euros en bonos con un vencimiento a tres años al 3,5 % de interés en la segunda salida a los mercados internacionales tras cuatro años de ausencia, informó el Ministerio de Finanzas.
"A pesar del clima desfavorable en los mercados ayer y hoy, Grecia consiguió vender bonos del Estado por un valor de 1.500 millones de euros de los 3.000 ofertados inicialmente, a un tipo de interés del 3,5 %", señaló el ministerio en un breve comunicado.
El tipo alcanzado corresponde a las expectativas filtradas en pasados días a la prensa, pero la cantidad vendida se quedó en la mitad de la oferta inicial, a diferencia de lo ocurrido en la primera subasta de bonos en abril.
El pasado 10 de abril Grecia volvió a los mercados con la primera emisión de bonos a plazo medio desde 2010 y consiguió colocar 3.000 millones de euros con vencimiento a 5 años al 4,95 % de interés, lo que fue considerado un éxito por mejorar las expectativas iniciales que rondaban el 5,25 %.
En aquella ocasión, la demanda había superado en ocho veces la oferta inicial.
Pese a todo, en un comunicado el ministerio señaló que "el Gobierno está satisfecho con la confianza que mostraron nuevamente los inversores en la economía griega y continuará su esfuerzo para completar la curva de tipos de interés", en referencia a que desde su salida de los mercados, solo ha emitido títulos a corto plazo y los dos bonos a medio plazo.
Hacia las 11:00 GMT el rendimiento del bono a 10 años griego se situaba en el 6,08 % y la prima de riesgo respecto al bono alemán era de 487 puntos básicos.
Desde que en 2010 Grecia abandonó los mercados internacionales sólo se ha podido financiar gracias a dos rescates de sus socios de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional y a la emisión de Letras del Tesoro a corto plazo (tres y seis meses), que en su mayoría eran adquiridas por los propios bancos helenos, a su vez dependientes de los fondos del Banco Central Europeo.
Desde inicios de año, el interés de las Letras del Tesoro, que Grecia utiliza para financiar sus pagos más urgentes, se ha reducido considerablemente, una tendencia que se ha reforzado por la reciente decisión de rebajar los tipos de interés al 0,15 % y cobrar a los bancos por mantener sus fondos en Fráncfort.
La emisión de esta nueva deuda coincide con la llegada a Atenas de una delegación de la troika para preparar la próxima revisión del programa de reformas al que se ha sometido Grecia a cambio del rescate.
Con esta emisión, según coinciden todos los analistas, el Ejecutivo del conservador Andonis Samarás, esperaba lanzar una señal de que Grecia empieza a estar en condiciones de financiarse por si misma y de que no tendrá que recurrir a un tercer rescate.
En un foro organizado por el semanario británico The Economist, el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, sin embargo, no quiso descartar que Grecia vaya a requerir nueva ayuda.
Por su parte, el exministro de Finanzas y nuevo gobernador del banco central de Grecia, Yannis Sturnaras, reconoció hoy que la falta de liquidez bancaria sigue siendo uno de los principales impedimentos para una recuperación económica.
En un foro organizado por el Banco de Grecia, al que también asistió Regling, Sturnaras pidió a los socios europeos a tomar medidas que sirvan para aliviar la deuda griega (175 %).
En su comparecencia ante el foro de The Economist Regling descartó nuevamente la posibilidad de una quita pero recalcó que se estudiarán otras alternativas una vez que Grecia "haya cumplido" con sus compromisos de reformas.
En septiembre se espera que la quinta evaluación de la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) sobre la aplicación de las reformas arroje nueva luz sobre las posibilidades de aplicar algún alivio, por ejemplo, en forma de ampliación del plazo de devolución de los préstamos y de reducción de los tipos de interés.