Barcelona, 8 jun (.).- La multinacional de hemoderivados Grifols (BME:GRLS) celebra este viernes su Junta General de Accionistas, marcada por la paulatina recuperación de sus niveles de aprovisionamiento de plasma, la materia prima con la que Grifols elabora sus medicamentos.
La pandemia supuso un duro golpe para la compañía catalana, puesto que en estos dos últimos años las donaciones de plasma cayeron significativamente, lo que llevó a Grifols a adquirir centros de donación de otras compañías y a aumentar su diversificación territorial para paliar esa falta de plasma, que es la parte líquida de la sangre.
La culminación de toda esa estrategia fue la adquisición, a mediados de septiembre de 2021, del 90 % de la alemana Biotest por 1.100 millones de euros y el lanzamiento de una opa para comprar el resto de las acciones.
El resultado de todo ese esfuerzo para asegurar su acceso al plasma es que, al cierre del primer trimestre, Grifols contaba con 401 centros de plasma, 87 de los cuales en Europa.
Tras dos años sufriendo también en bolsa esos problemas con el plasma, Grifols anunció el pasado 6 de mayo que las donaciones habían aumentado un 16 % en el arranque de 2022 en comparación a 2021, un anuncio que ha permitido cierta recuperación del valor de sus acciones.
En concreto, la multinacional comparaba las 17 primeras semanas de 2022 con las mismas semanas de 2021.
Una de las principales incógnitas de la Junta estriba en saber si Grifols dará alguna especie de orientación acerca de los niveles de plasma que puede alcanzar en 2022 y sobre cuándo logrará recuperar plenamente sus niveles de negocio.
Como Grifols se ha acogido a la posibilidad de presentar resultados cada seis meses, los últimos datos financieros de la compañía todavía son los anuales de 2021.
En concreto, Grifols ganó 182,8 millones de euros en 2021, lo que supone un 70,4 % menos que en 2020, debido a la fuerte incidencia de la covid-19 sobre su negocio, que se tradujo en un impacto neto en términos de beneficio bruto de explotación o ebitda de 503 millones.
Con motivo de la presentación de las cuentas anuales, dadas a conocer a finales de febrero, Grifols ya dijo que esperaba la vuelta al crecimiento y la mejora de su rentabilidad a medida que las donaciones de plasma se normalicen, y apuntó que sus ingresos y márgenes deberían mejorar progresivamente a lo largo de 2022.
Priorizar proyectos de I+D, desinvertir en activos no estratégicos y seguir reduciendo costes estructurales son algunas de las fórmulas puestas en marcha por Grifols para seguir recortando su deuda, agrandada con la compra de Biotest.
La multinacional catalana, que además de cotizar en la bolsa española también cotiza en el Nasdaq estadounidense, también ha dejado en suspenso el pago de dividendos en efectivo hasta reducir sus niveles de deuda por debajo de cuatro veces el Ebitda.
Por otra parte, la Junta de Grifols, que se celebrará, como es habitual, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), servirá para aprobar las cuentas de 2021 y para renovar a dos independientes en el consejo.
No serán reelegidas como consejeras Belén Villalonga y Marla E. Salmon, mientras que entrarán en el consejo Montserrat Muñoz y Susana González.