Redacción medioambiente, 20 mar (.).- El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido el fin de la explotación del carbón en 2030 en países de la OCDE, y en 2040 en el resto del mundo, como parte de su nueva "Agenda de Aceleración" de acción climática.
Así lo ha asegurado Guterres este lunes en la presentación del nuevo informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que ha descrito como una “guía para desactivar la bomba de relojería climática”.
El informe de síntesis elaborado por este equipo multidisciplinar de especialistas de la ONU recoge la información más actualizada sobre la ciencia del cambio climático, sus impactos y sus soluciones desde 2015, con conclusiones aprobadas el domingo después de toda una semana de deliberación entre científicos en Interlaken (Suiza).
“Como demuestra, el límite de 1,5 grados es alcanzable, pero hará falta un salto cuántico en la acción climática”, ha dicho Guterres respecto al documento, antes de mencionar algunas de las políticas propuestas en la Agenda de Aceleración, como el fin de la explotación del carbón y de la financiación pública y privada a este combustible.
El diplomático ha definido el texto científico y político como una “guía de supervivencia para la humanidad” y como “un toque de atención para que todos los países, todos los sectores y todos los plazos aceleren sus esfuerzos por el clima”.
“El ritmo de aumento de la temperatura en el último medio siglo es el más alto de los últimos 2.000 años”, ha recordado Guterres, para agregar que también las concentraciones de CO2 están en su nivel más alto desde hace al menos dos millones de años.
En esta situación, el líder de la ONU ha cargado contra los combustibles fósiles -los principales responsables del aumento de temperatura de la Tierra- y ha señalado la necesidad de suspender “toda concesión de licencias o financiación de nuevos yacimientos de petróleo y gas, de acuerdo con las conclusiones de la Agencia Internacional de la Energía”.
También ha aseverado que los países deben detener “cualquier expansión” de las reservas existentes de petróleo y gas, además de cambiar las subvenciones a los combustibles fósiles “por una transición energética justa”.
El mandatario ha instado a todos los gobiernos a preparar planes de transición energética coherentes con esas medidas y preparados para los inversores, y ha llamado asimismo a los directores "de todas las empresas de petróleo y gas a que formen parte de la solución”.