Una huelga laboral en los puertos de la costa este y del Golfo de Estados Unidos está provocando importantes interrupciones en las cadenas de suministro de diversos productos alimenticios, incluidos la carne de vacuno y los mariscos. La huelga ha paralizado la importación de carne de vacuno, esencial para restaurantes y minoristas, especialmente para la producción de hamburguesas, debido a la limitada oferta nacional actual. Esta acción industrial también está afectando a la importación y exportación de otros productos, como mariscos, pollo, automóviles, plátanos y vino.
Los expertos de la industria advierten que incluso una huelga a corto plazo podría generar complicaciones en la cadena de suministro alimentario de EE. UU. en general, lo que potencialmente resultaría en escasez e inflación de precios. Hasta la madrugada del miércoles, más de 50 buques portacontenedores estaban anclados o merodeando frente a las costas, un aumento significativo respecto a los apenas tres antes del inicio de la huelga.
Jason Miller, presidente interino del departamento de gestión de la cadena de suministro de la Universidad Estatal de Michigan, describió la situación como una "pesadilla" para la cadena de suministro. La industria de la carne de vacuno, en particular, podría experimentar consecuencias significativas si la huelga se prolonga más de una semana. Estados Unidos ha visto una reducción en el número de cabezas de ganado debido a la sequía y los altos precios de los granos, lo que ha llevado a un aumento en los precios de la carne de vacuno y un repunte en las importaciones. Cabe destacar que las importaciones de carne de vacuno de Australia aumentaron un 72% hasta julio de este año.
En respuesta a la inminente huelga, los proveedores e importadores tomaron medidas para aumentar sus existencias. Dan Sorbello, director de Sorbello Refrigerated Services, aceleró la descarga de contenedores para asegurar un suministro de carne de vacuno para su distribución. De manera similar, PanaPesca USA LLC, un importador y exportador de mariscos, aumentó sus existencias de calamares y mariscos, aunque algunos de sus productos permanecen en barcos en alta mar.
La prolongación de la huelga podría llevar a un aumento de los costos para los restaurantes de comida rápida y los consumidores. Bob Chudy, consultor de importadores de carne de vacuno, destacó la posible necesidad de que las cadenas de comida rápida encuentren alternativas nacionales para la carne magra importada, lo que podría resultar más caro. Empresas como McDonald's Corp (NYSE:MCD) y Restaurant Brands International (NYSE:QSR), propietaria de Burger King, no han comentado sobre la situación.
Los importadores de carne de vacuno podrían incurrir en tarifas de sobreestadía si la huelga persiste, con la posibilidad de trasladar estos costos a los consumidores. El riesgo de deterioro de los envíos de carne fresca refrigerada también es una preocupación. Los precios minoristas de la carne picada en EE. UU. ya alcanzaron un máximo histórico de 5,58 dólares por libra en agosto, según los últimos datos federales disponibles.
La industria avícola estadounidense también se ve afectada por la huelga, con una disminución de la demanda interna a medida que los consumidores cambian a comidas de temporada fría. Las exportaciones de productos avícolas, cruciales para la industria, se están viendo interrumpidas, lo que afecta a los envíos a mercados internacionales.
Reuters contribuyó a este artículo.
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