Budapest, 25 may (.).- El Gobierno húngaro anunció hoy que aplicará un impuesto sobre los beneficios de las grandes empresas que funcionan en el país, entre ellas bancos y energéticas, y que esos fondos serán destinados a políticas de defensa y a ayudar a los hogares a compensar la inflación y el alza de los precios de energía.
"Obligamos a los bancos, aseguradoras, las grandes cadenas de comercio, a las empresas de energía y comerciantes, así como a las líneas aéreas, a que paguen una gran parte de sus beneficios extras" al presupuesto nacional, anunció el primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán en la red social Facebook (NASDAQ:FB).
Orbán, que anunció que facilitará más detalles mañana, justificó la medida en que el precio de la energía sigue creciendo y "es difícil defender a las familias", y agregó que este impuesto extraordinario se aplicaría en 2022 y 2023.
"Con el aumento de los intereses y de los precios, los bancos y las grandes empresas multinacionales generan un beneficio extra", agregó el primer ministro, quien afirmó que la guerra en Ucrania "se alarga, las políticas de sanciones de Bruselas no mejoran y todo esto genera un drástico aumento de precios".
El Gobierno creará dos fondos a los que irán destinados ese impuesto extraordinario: uno para ayudar en los gastos generales de los hogares y otro para las inversiones en defensa.
La moneda nacional, el forinto, se depreció un 2,6 % respecto al euro tras el anuncio de Orbán.
Desde 2010, cuando llegó al poder, los diferentes gabinetes de Orbán han introducido una serie de impuestos extraordinarios que afectaron los bancos.
Entre 2011 y 2013 introdujo un impuesto extraordinario a las grandes cadenas de supermercados, y en los años siguientes también gravó a las grandes empresas con nuevo cargos impositivos.
Orbán y su partido, el Fidesz, ganaron el pasado 3 de abril su cuarta mayoría absoluta consecutiva.
Orbán anunció ayer que introduce el estado de emergencia por guerra en un país vecino, Ucrania, lo que le autoriza a gobernar por decreto en los asuntos relacionados con ese conflicto, sin consultar el Parlamento.