A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el estado de la economía puede verse muy influido por las futuras políticas en materia de regulación, comercio internacional e inmigración, según BofA Securities.
Regulación: Un movimiento hacia la reducción de la regulación podría tener un efecto positivo sobre la inversión empresarial y la percepción del mercado. Entre las áreas en las que se esperan cambios figuran la flexibilización de la normativa financiera, las políticas energéticas, las leyes sanitarias y la aplicación de las leyes de competencia.
Aunque estos ajustes podrían fomentar la inversión y reforzar la confianza en el mercado, se espera que el efecto global sobre la economía sea moderado, centrándose más en sectores concretos que en una expansión económica generalizada.
Comercio: Se espera que las políticas comerciales internacionales sigan siendo una preocupación central. Es probable que el nuevo gobierno persista en sus esfuerzos por ajustar los acuerdos comerciales de Estados Unidos, posiblemente aumentando los aranceles, lo que podría alterar el flujo del comercio mundial. Un aumento de los aranceles podría provocar una subida de los precios en el mercado nacional y desacelerar el crecimiento económico, afectando especialmente a China y a otros socios comerciales clave.
La Reserva Federal de EE.UU. puede encontrar dificultades para gestionar la inflación y el crecimiento económico, lo que podría tener consecuencias para los tipos de interés y la estabilidad de la economía.
Inmigración: Las alteraciones de la política de inmigración podrían tener efectos económicos notables. Unos controles más estrictos de la inmigración podrían disminuir la disponibilidad de mano de obra, lo que, a su vez, podría aumentar los salarios y afectar al gasto total y a la expansión económica.
Sin embargo, el impacto directo podría ser menos inmediato en comparación con el impacto de otros cambios políticos, aunque podría contribuir a una situación económica caracterizada por el estancamiento y la inflación.
Política fiscal: Los dos principales partidos políticos tienen previsto aumentar el déficit presupuestario, pero la magnitud y los efectos variarán en función del partido que controle el Congreso. Una escalada del gasto público podría potenciar el crecimiento a corto plazo, pero también podría provocar un aumento de la inflación y de los tipos de interés, lo que influiría en el clima económico mundial.
Aunque la regulación, el comercio, la inmigración y la política fiscal afectarán a la economía, los analistas señalan que se espera que las políticas comercial y de inmigración tengan el impacto más significativo en el rendimiento y la estabilidad económicos.
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