Paula Fernández
Lisboa, 28 dic (.).- Tras diez años de permisos de residencia a cambio de inversiones, el Gobierno portugués está "revaluando" las "golden visa", un anuncio que ha despertado preocupación y recelos en el mercado luso, que no cree que el fin del programa ayude a reducir la presión sobre los precios inmobiliarios.
Los "vistos gold", como se conoce al programa en Portugal, permiten desde 2012 obtener la residencia a través de compras de inmuebles, transferencias de capitales o creación de puestos de trabajo, con más de 11.300 visados de este tipo concedidos en la última década.
El Ejecutivo del socialista António Costa siempre se ha mostrado como un firme defensor de estos visados, pero el pasado noviembre dejó un anuncio que no se esperaba.
"Hay programas que obviamente estamos revaluando en este momento. Uno de ellos es el de los 'vistos gold', que probablemente ya cumplió la función que tenía que cumplir", dijo Costa, que además destacó los nuevos visados para nómadas digitales que acaba de lanzar su Gobierno.
PREOCUPACIÓN Y CAUTELA
Sus palabras han sido recibidas con preocupación por el mercado luso, que se mantiene a la espera de la decisión del Ejecutivo.
"Puede haber cambios, siempre hay mejoras, pero no creo que termine", señala a EFE Vasco Silva, socio fundador de Kleya, una plataforma que asesora a quienes quieren establecerse o invertir en Portugal.
Silva insiste aun así en que el fin de los "vistos gold" tendría un impacto negativo en el país más allá de la inversión que logra captar, más de 6.600 millones desde 2012.
"Siempre que cambias una ley que está hecha para un inversor extranjero estás dando una señal de que no hay un marco estable en Portugal", considera Silva, que recuerda que cada beneficiario de estos visados "ha conocido el país, ha estudiado la economía" y es un "embajador" para atraer más gente.
Algunos potenciales inversores ya han desistido de la idea después de las palabras de Costa, como reconoce a EFE Patrícia Viana, socia de Abreu Advogados, aunque la mayoría optó por acelerar el proceso.
"El mercado que trabaja en 'vistos gold', no solo los mediadores inmobiliarios, sino también los promotores o las agencias de inmigración, se quedaron muy preocupados con este tema", admite.
La abogada también anticipa un impacto "muy grande" si se pone fin al régimen, alrededor del cual se ha creado una "microeconomía".
IMPACTOS EN EL MERCADO INMOBILIARIO
Más del 90 % de los visados fueron concedidos a través de inversiones inmobiliarias, uno de los mercados que más sentiría el impacto.
"Este régimen ha tenido un efecto dinamizador del mercado inmobiliario por ser un atractivo a la inversión extranjera", señala a EFE la CEO de , Beatriz Rubio, que cree que ayudó a renovar el parque de viviendas luso.
Desde la Asociación de Profesionales y Empresas de Mediación Inmobiliaria de Portugal (Apemip) consideran que acabar con un programa que fue "un catalizador determinante de la rehabilitación urbana en los centros históricos de Lisboa y Oporto" es una "decisión incongruente".
La Apemip niega además que estos visados sean responsables por la escalada de los precios inmobiliarios sufrida por el país en los últimos años, opinión que comparten otros actores consultados por EFE.
"Responsabilizar a los 'vistos gold', que es un porcentaje mínimo del parque inmobiliario vendido en Portugal en los últimos años, es una falacia y no corresponde a la verdad", señala Viana, de Abreu Advogados.
Desde Kleya, Silva cree que el fin de los visados tendría "cero" impacto en el precio. "Va a seguir subiendo", asegura.
La última palabra del futuro de los 'vistos gold' la tendrá el Gobierno, aunque no ha avanzado cuándo comunicará su decisión.