Lisboa, 3 jul (EFE).- La decisión de Portugal Telecom (PT) de invertir 900 millones de euros en títulos del Grupo Espírito Santo ha provocado tensiones entre la operadora lusa y la brasileña Oi, justo cuando se prepara la fusión entre las dos compañías.
Las divergencias entre PT y Oi se hicieron públicas hoy a través de varios comunicados enviados por ambas entidades a sus respectivos reguladores bursátiles dada su condición de cotizadas en Bolsa, donde sufrieron cuantiosas pérdidas.
Este cruce de declaraciones confirmó de facto que la salida de los dos representantes de la operadora brasileña del consejo de administración de PT, anunciada el pasado 1 de julio, no fue casual y estaba relacionada con las dudas que ha levantado la inversión en el Grupo Espírito Santo.
La firma de telecomunicaciones portuguesa compró 900 millones de euros en pagarés de dicho conglomerado empresarial, inmerso en una guerra interna entre las diferentes facciones familiares que lo controlan y en cuyo seno se han detectado irregularidades contables.
La adquisición de estos títulos también es polémica debido a la presencia del Banco Espírito Santo -BES, que forma parte del grupo del mismo nombre- en el accionariado de PT.
Medios lusos relacionan esta decisión de la operadora de invertir en el Grupo Espírito Santo con las dificultades que atraviesa este último para financiarse debido a la presión en torno a la entidad, que divide su negocio entre el área financiera y el área no financiera (con intereses en turismo, sector inmobiliario, agroalimentación, etc.)
"Oi no fue informada ni participó de las decisiones que llevaron a esta operación", aseguraron los responsables de la compañía brasileña al mercado, que precisaron que fue realizada antes de proceder a la fusión con PT.
Además, señalaron que ya solicitaron "aclaraciones adicionales" a su socia lusa y anticiparon que tomarán "las medidas necesarias en defensa" de sus intereses.
Los dirigentes de PT, por su parte, subrayaron que "siempre se prestó a Oi toda la información solicitada" y recalcaron que se encuentran "fuertemente empeñados en resolver esta cuestión".
De hecho, ya se iniciaron las diligencias necesarias "para garantizar a Oi la máxima protección" frente a la inversión realizada en el Grupo Espírito Santo, y más concretamente en Rio Forte, la rama que engloba todo su negocio no financiero.