Roma, 21 nov (.).- El Gobierno italiano lamentó hoy la decisión de la Comisión Europea (CE) de rechazar su proyecto presupuestario para 2019 y apostó por seguir negociando, aunque mantuvo su postura y defendió que unas cuentas expansivas impulsarán el crecimiento.
El Ejecutivo comunitario también propuso abrir un procedimiento de déficit excesivo a Italia por su elevada deuda pública, una medida que si se materializa podría dar lugar, en última instancia, a sanciones de entre el 0,2 % y el 0,5 % del PIB de Italia (entre 3.450 y 8.625 millones de euros, aproximadamente).
La decisión de Bruselas era esperada por los inversores y no ha penalizado a la Bolsa de Milán, donde su índice selectivo FTSE MIB acabó el miércoles con una subida de un 1,41 %, hasta situarse en los 18.731,55 puntos.
La prima de riesgo italiana, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, se ha mantenido todo el día por encima de los 300 puntos básicos, pero no ha llegado a rozar los 330 puntos que tocó el martes.
Finalmente, la prima de riesgo ha cerrado en los 310 puntos y el rendimiento del bono decenal acabó en el 3,471 %.
"Nosotros y la Unión Europea (UE) queremos el mismo objetivo: reducir el déficit", afirmó el líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi Di Maio.
"La UE se convencerá de que, para llegar a este objetivo, hemos elegido el único camino que funciona: ayudar a las familias y a las empresas, crear nuevas oportunidades de trabajo para los jóvenes. Solo así Italia podrá finalmente crecer", añadió.
Menos diplomático fue el otro vicepresidente del Ejecutivo italiano y ministro del Interior, Matteo Salvini, que ironizó con la respuesta de la Comisión, al afirmar que en Roma esperan "también la carta de papa Noel".
Salvini fue preguntado por los medios sobre si había recibido la carta de la CE y respondió: "¿La carta de la UE? También espero la de papá Noel".
Sin embargo, se mostró favorable a seguir dialogando con Bruselas, un escenario por el que también apostó el ministro de Economía, Giovanni Tria, en un comunicado oficial.
La Comisión rechazó el plan presupuestario de Roma porque considera que supone un incumplimiento claro de las normas comunitarias de disciplina fiscal, al no garantizar el ajuste estructural exigido ni reducir la deuda pública lo suficiente.
Sin embargo, el Ejecutivo italiano estima que con un déficit del 2,4 % del producto interior bruto (PIB), tres veces más de lo pactado, y una deuda en el 130 %, similar a la actual, se conseguirá un crecimiento del 1,5 %, una cifra muy optimista en comparación con las previsiones de otros organismos, que creen que el país crecerá en torno a un 1 %.
Tria, que en el pasado era partidario de fijar para 2019 un déficit no superior al 1,6 % aunque acabó cediendo a las presiones del M5S y la Liga, opinó en una nota oficial que unas cuentas expansivas son necesarias para Italia, especialmente en un momento en el que hay una "desaceleración de la economía europea e italiana".
"También estamos convencidos de que garantizan, igualmente, el objetivo de reducir la relación entre la deuda y el PIB reafirmada repetidamente por el Gobierno" italiano, apuntó.
El titular de Economía consideró que "dramatizar el desacuerdo entre Italia y la CE perjudica a la economía italiana y, en consecuencia, a la economía europea", y pidió diálogo para llegar a "una solución compartida en interés mutuo".
El rechazo de la Comisión se ha producido el mismo día en el que el Instituto de Estadística italiano (Istat) ha rebajado la estimación del crecimiento del PIB italiano previsto para 2018 al 1,1 % respecto al 1,4 % anunciado previamente.
El próximo sábado, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tendrán una cena de trabajo en Bruselas en la que abordarán la relación entre Italia y las instituciones comunitarias.