Los analistas de JPMorgan (NYSE:JPM) prevén que la mejora de las relaciones comerciales con China pueda continuar, con expectativas de que esta tendencia pueda persistir hasta finales de verano.
Tras un periodo de descenso desde enero de 2023 hasta este mes de enero, durante el cual el índice MSCI China cayó casi un 40%, desde entonces se ha recuperado un 25% desde su punto más bajo.
Aunque JPMorgan reconoce que no se han resuelto los problemas estructurales a largo plazo, como el entorno deflacionista, el exceso de capacidad de producción, los desequilibrios entre la oferta y la demanda inmobiliaria, la saturación del mercado crediticio y la progresiva separación económica de los mercados mundiales, mantiene una perspectiva optimista, sugiriendo que las condiciones favorables del mercado para la negociación podrían prolongarse hasta julio o agosto.
Este optimismo se basa en parte en la creciente creencia entre los inversores de que la caída del mercado inmobiliario ha terminado y en la intensificación de las actividades políticas relacionadas con las elecciones estadounidenses.
A pesar de estas señales positivas, JPMorgan aconseja cautela, indicando que el sector inmobiliario puede experimentar una ligera mejora de las tendencias en la segunda mitad del año, pero no es seguro que se haya alcanzado un estado estable.
Además, persisten las fuerzas deflacionistas, y algunos sectores experimentan la creación de un exceso de capacidad de producción. A pesar de estos retos, el banco de inversión afirma su optimismo estratégico para las perspectivas a corto plazo de las acciones chinas.
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