Tokio, 10 mar (.).- Haruhiko Kuroda presidió este viernes su última reunión mensual del Banco de Japón (BoJ) como gobernador tras un mandato récord de 10 años, en la que la entidad se mantuvo fiel a su política monetaria ultraflexible sin sorpresas el mismo día que el parlamento aprobó el nombramiento de su sucesor, Kazuo Ueda.
"La política monetaria tiene efectos positivos y negativos, y la política de flexibilización no es una excepción", dijo Kuroda, de 78 años, en una rueda de prensa en la que insistió en que la postura del BoJ de defender sus medidas, con tipos de referencia ultrabajos y un control de la curva de los rendimientos, "no ha sido un error".
El instituto emisor nipón optó de hecho hoy por seguir fiel al planteamiento de la "era Kuroda" en su última reunión mensual bajo su tutela y mantener, por unanimidad, los tipos a corto plazo en el -0,1 % y su estrategia para mantener en torno al 0 % los rendimientos de los bonos estatales a 10 años.
Los analistas preveían este movimiento, aunque la inesperada decisión del BoJ de revisar ligeramente su plan de control de la curva de rendimientos el pasado diciembre para concederle más margen había generado algunas especulaciones sobre un as en la manga antes de la marcha de Kuroda, que optó finalmente por irse sin sorpresas.
La aprobación hoy en la Cámara Alta de la Dieta (el parlamento) del nombramiento de Ueda como gobernador del BoJ es el primer paso de un nuevo capítulo en el banco central nipón que arrancará envuelto en incertidumbre sobre la deriva de su política monetaria.
Ueda, de 71 años, ha sido designado para el cargo por el Gobierno nipón, que todavía debe nombrarlo formalmente como nuevo gobernador en los próximos días, el último paso antes de que asuma las riendas del BoJ el 9 abril. El mandato de Kuroda finaliza un día antes.
Si bien Ueda ha declarado que el camino tomado por la entidad crediticia nipona ha sido el adecuado, también ha dicho que es partidario de adoptar una política de flexibilización "más sostenible" a largo plazo y siempre que se den las condiciones de crecimiento económico e inflación adecuadas, sin dar más detalles.
El BoJ es el único banco central entre las mayores potencias del mundo que ha optado por mantener en el actual contexto de inflación disparada la política ultraflexibilizadora que aplica desde la llegada en 2013 de Kuroda al frente de la entidad.
El aún gobernador del BoJ volvió a defender hoy la política de flexibilización adoptada durante la última década que, "junto con las medidas del Gobierno, surtió efecto y revirtió la deflación" que Japón travesó en los 15 años hasta 2012 y contribuyó a la creación de empleo y la mejoría del ambiente laboral para los jóvenes, incluida una subida del salario mínimo interprofesional, explicó.
En su comunicado de hoy, la entidad aseguró que seguirá aplicando sus principales medidas "tanto tiempo como sea necesario" para lograr su esquiva meta inflacionaria del 2 %.
En este sentido, Kuroda lamentó "no haber podido lograr el objetivo de situar la inflación de forma estable en torno al 2 %", pero aseguró que en la última década han creado las condiciones adecuadas para "facilitar una subida de salarios" que no termina de llegar y que considera clave para alcanzar la meta inflacionaria.
El índice de precios de consumo (IPC) de Japón subió un 4,2 % el pasado enero, su mayor incremento en 41 años, y el BoJ prevé que cierre el ejercicio fiscal nipón (que acaba a finales de este mes) en un 3 %, pero la entidad sostiene que el alza es transitoria y producto del encarecimiento global de energía y materias primas, no de las condiciones deseadas, como una subida salarial sostenida.
Kuroda se abstuvo de comentar sobre el rumbo que pueda tomar la política monetaria del BoJ con Ueda al frente, pero destacó su experiencia previa en la entidad (donde formó parte de la junta de política monetaria hace unas dos décadas) y su renombre global, y dijo que espera que trabaje para cumplir la meta inflacionaria.
Los mercados financieros de Japón reaccionaron negativamente al cierre de la etapa de Kuroda en el BoJ y el principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, cayó hoy un 1,67 % ante la incertidumbre sobre el devenir de la gestión del banco central japonés.
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