La actual política económica española llevará al naufragio, advierte experto

Juan Antonio Sanz

Madrid, 23 may (EFE).- Si el Gobierno español sigue su exclusiva política de recortes, la crisis será "gravísima" y mucho más dura que la actual, creada en buena parte por la inoperancia "deliberada" del Banco Central Europeo (BCE) y orientada a cambiar gobiernos, advierte el economista estadounidense Mark Weisbrot.

"El centro del problema es que el BCE no hace su trabajo. Si España hubiera tenido su propio banco central, ahora no estaría en recesión y no se enfrentaría a la actual crisis", explica en una entrevista con Efe este analista, columnista de algunos de los principales diarios de EEUU y codirector del Centro de Investigación Económica y Política, con sede en Washington.

Crítico acérrimo de los efectos de la globalización y de las políticas de privatización del sistema de seguridad social en EEUU, Weisbrot ha aportado sus análisis sobre Argentina y Venezuela a diversas comisiones del Congreso y el Senado de su país.

"Lo que debería entender la gente, y para mí es muy obvio, es que el BCE de forma deliberada no está haciendo lo que debería hacer, porque tanto esta institución como sus otros dos compañeros de la 'troika' (la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional) lo que pretenden es forzar cambios políticos en España, Grecia y otros países", dice.

Según Weisbrot, "por eso no están resolviendo la crisis. Quieren hacer más sencillo el despido de trabajadores, como ya han logrado; quieren gobiernos pequeños y manejables, apuestan por las privatizaciones a gran escala y demandan recortes en los presupuestos nacionales".

"Habría mucha más rabia en las calles españolas si la gente supiera lo que está sucediendo realmente", subraya el economista, para quien los países del sur de Europa se están convirtiendo "en cierta clase de satélites" de un núcleo central fuerte de la Unión Europea, comandado por Alemania.

El economista comprende la situación, "muy difícil, pero reversible", en la que se encuentra el Gobierno de Mariano Rajoy, pero subraya que es responsable de no acudir al "regateo" con Bruselas, el FMI y el BCE.

En el caso de España, "sus gobernantes deberían negociar con la troika, sin hacer caso a quienes amenazan con una eventual salida del euro. Los españoles han votado a un Gobierno para que les saque de la crisis y es lo que debería tener en cuenta este Ejecutivo", agrega.

"Si España tuviera que dejar el euro, sufriría una fuerte crisis, cierto, pero después se recuperaría y los flujos que en un principio podrían abandonar el país retornarían (...). Con la salida del euro, todo sería mucho más barato y ningún inversor dejaría pasar tal oportunidad", opina.

Lo más importante en tal coyuntura, añade Weisbrot, es que "el Gobierno podría tener su propia política fiscal y monetaria, y si el Ejecutivo puede controlar esas magnitudes, entonces la economía crece".

Como solución a la crisis financiera, Weisbrot también apunta las políticas monetaristas que debería adoptar el BCE.

"La mayor parte de la gente no entiende que ésta es la manera más fácil de actuar. Creen que si el BCE crea dinero, eso supondrá un incremento de la inflación. Sin embargo, la Reserva Federal de EEUU ha emitido 2,2 billones de dólares desde 2008 y no tenemos ningún tipo de inflación", explica.

Para el experto, "un banco central debe tener la capacidad de emitir moneda, precisamente cuando la economía es más débil y esto no crea inflación".

De ahí, resalta, la importancia del mensaje que el Banco Central Europeo pueda dar hoy al presidente del Gobierno español en Bruselas sobre una eventual intervención del BCE que garantice la liquidez a países que, como España, llevan a cabo reformas tan profundas.EFE