París, 28 may (.).- Los vehículos todocaminos, conocidos por las siglas SUV, suponen por sí solos más de la cuarta parte del aumento de la demanda mundial de petróleo en 2022 y 2023, y solo el año pasado generaron mil millones de toneladas, alertó este martes la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Este tipo de coches acaparó el 48 % de las ventas mundiales de automóviles en 2023, y en los países desarrollados su cuota llegó a superar el 50 % con unos 20 millones de unidades matriculadas, recordó la AIE en un análisis divulgado hoy.
En el documento recuerda que los SUV pesan, de media, entre 200 y 399 kilos más que un turismo equivalente. Además, son menos aerodinámicos, por lo que producen en torno a un 20 % más de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Eso explica que en 2022 y 2023 el consumo global de petróleo directamente relacionado con los SUV aumentó en unos 600.000 barriles diarios, lo que supone más de la cuarta parte del incremento de la demanda de crudo a nivel mundial.
Los 360 millones de SUV que había en todo el mundo a finales de 2023 emitieron mil millones de toneladas de CO2 durante ese año. Si fueran un país, serían el quinto del mundo por volumen de las emisiones, tras China, Estados Unidos, India y Rusia, y por delante de Japón, Indonesia, Irán y Alemania.
El problema persiste también con los SUV eléctricos, ya que consumen más energía que un turismo convencional con esa propulsión. Y es que en 2023 el 55 % de todos los vehículos eléctricos vendidos a nivel mundial era un todocamino.
La AIE hace notar, por otro lado, que los vehículos más grandes requieren más materias primas para su fabricación, en el caso de los eléctricos los minerales raros necesarios para las baterías, que son cada vez más grandes.
Por ello, propone que las autoridades pongan en marcha medidas para promover vehículos de menor tamaño, mediante por ejemplo un ajuste de las normas de eficacia energética en función del volumen de los automóviles.
A ese respecto, recuerda que Francia, Noruega e Irlanda han puesto en marcha o se plantean disposiciones legislativas para frenar la demanda de SUV, y que las ciudades francesas de París y Lyon imponen tarifas más altas a este tipo de vehículos por aparcar en sus calles.