Madrid, 10 may (.).- Los bancos aceptan que tendrán que salir del capital de la Sareb para que el Gobierno tome el control de la compañía, pero insisten en que jamás han pedido al Ejecutivo dejar de formar parte del accionariado del "banco malo", según explican a Efe distintas fuentes financieras.
La decisión la ha tomado el Gobierno y los bancos -entre los que se encuentran el Santander, CaixaBank (MC:CABK) y Sabadell- la respetan y creen que tiene sentido tras el cambio de criterio de Eurostat, que obliga a contabilizar la sociedad en las cuentas públicas.
El consejero delegado del Banco Santander (MC:SAN), José Antonio Álvarez, fue el primero en aclarar en rueda de prensa que a la entidad no le corresponde opinar sobre esta decisión, pero subrayó que no conllevará pérdidas adicionales para el grupo.
Lo mismo sucede con CaixaBank y el Banco Sabadell (MC:SABE), pues ambas entidades tienen ya dotadas íntegramente las pérdidas por su inversión en la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), en la que participaron la mayoría de los bancos que no recibieron ayudas, con la excepción del BBVA (MC:BBVA).
El número dos del Santander recordó que los bancos entraron a formar parte del proyecto en un momento "muy difícil" para la economía española, tras el rescate financiero de 2012, y después de que el Ejecutivo lo pidiera.
"Era crítico para dar estabilidad al sistema y creo que su creación fue positiva", añadió Álvarez, una tesis que defienden otros accionistas de la Sareb, que destacan además que su participación en el accionariado ha resultado positiva.
Por esta misma razón, inciden, en ningún momento se han sentado a negociar con el Gobierno una salida del capital de la sociedad, aunque daban por hecho que se produciría en algún momento y creen que el cambio de criterio de Eurostat ha sido decisivo.
A finales de marzo la oficina estadística europea decidió incorporar la Sareb dentro del perímetro de las cuentas del Estado, lo que obligó a sumar 35.000 millones de deuda pública en 2020 y más de 10.000 millones de déficit.
A partir de ahí, según fuentes del Ejecutivo, el Gobierno empezó a barajar la idea de que, si el riesgo de la compañía lo asumía íntegramente el Estado, tenía más sentido que la Sareb dejara de tener accionistas privados -como el Santander, CaixaBank y el Sabadell- y pasara a ser una sociedad pública al 100 %.
Aun así, la Sareb se constituyó a finales de 2012 en base a un real decreto que establecía el régimen jurídico de las sociedades de gestión de activos y recogía que "en ningún caso" la participación pública en el conjunto de las participaciones directas o indirectas podía ser igual o superior al 50 %.
Por lo tanto, el Gobierno tendrá que buscar la fórmula legal para salvar ese escollo y podría pasar por una futura aprobación por parte del Consejo de Ministros de una modificación de ese real decreto que libre al Estado de ese requisito.