Londres, 29 dic (.).- La Bolsa de Londres cerró la última sesión de 2023 con un incremento del 0,14 %, que sitúa la ganancia acumulada respecto al final de 2022 en un 3,78 %, el tercer año consecutivo de subida pero muy por debajo de otros grandes parqués mundiales.
El índice principal londinense, el FTSE-100 -también conocido como "footsie"- terminó la jornada con un crecimiento del 0,14 % y pasó en este año de los 7.451,74 enteros con los que clausuró 2022 a los 7.733,24 de este cierre, un aumento de 281,5 puntos.
De acuerdo con los datos recopilados por la plataforma financiera Investing.com, las empresas que más crecieron este año fueron el grupo de defensa y aviación Rolls-Royce (LON:RR) Holdings, cuyo valor aumentó un 221,57 % este año; y la compañía inversora Melrose Industries, con una subida del 101,03 %.
Frente a las anteriores, los grupos que registraron un mayor descenso a lo largo de 2023 fueron la compañía de minería Anglo American (JO:AGLJ), con un descenso del 39,11 %; la empresa de gestión de inversiones St. James's Place, que bajó un 37,57 %; y la minera Fresnillo (LON:FRES), que descendió un 34,09 %.
En cuanto a este viernes en particular, los ganadores en el parqué han sido la empresa bancaria Standard Chartered (LON:STAN), que creció un 1,74 %; la constructora Taylor Wimpey (LON:TW), que se incrementó un 1,55 %; y la farmacéutica Hikma (LON:HIK) Pharmaceuticals, cuyo valor aumentó un 1,22 %.
Por el contrario, los perdedores de la jornada fueron el grupo minero Antofagasta (LON:ANTO), que descendió un 1,64 %; la empresa de inversión en propiedades Land Securities Group, que cayó un 1,62 %; y la compañía de elementos de construcción Howden Joinery Group, que perdió un 1,57 % de su valor.
Huida del pequeño inversor británico
Los tipos de interés han sido uno de los temas que más ha marcado las bolsas durante el año, también en el Reino Unido.
El Banco de Inglaterra no ha parado de elevar su valor desde enero de 2022, alcanzando el 5,25 % en agosto de este año, si bien se ha mantenido estable desde entonces.
Esa es, a juicio de los analistas, una de las razones detrás del gran número de efectivo retirado por los inversores minoristas británicos, que en 2023 vendieron el mayor número de acciones en dos décadas, según cifras de la Investment Association.
Los últimos datos al respecto, de final de octubre, ya indicaban que hasta entonces los pequeños inversores se habían deshecho de 11.900 millones de libras (13.732 millones de euros) de acciones cotizadas en Londres, justo por debajo de los 12.000 millones (13.048 millones de euros) que vendieron en 2022, récord en dos décadas.
Según gestores y expertos consultados por el "Financial Times", este éxodo se debe a una combinación del elevado coste de la vida, que ha obligado a muchos pequeños accionistas a recurrir a sus inversiones, el aumento de las hipotecas propiciado por los tipos de interés y la débil actuación de la Bolsa londinense.
"El FTSE 100 se ha tambaleado hasta el final, con una modesta ganancia para el año pero sin lograr un desempeño excepcional", señala Susannah Streeter, responsable de dinero y mercados en Hargreaves Lansdown.
En el Reino Unido se compara la tibia ganancia de su bolsa con las experimentadas por el DAX en Fráncfort, que acumuló una subida del 19 %, o el S&P 500, con un aumento del 25%.
Los analistas creen que la falta de músculo tecnológico en el FTSE 100 está penalizando al parqué londinense frente a sus competidores.
"Aunque se haya suavizado la resaca del Brexit, la economía estancada del Reino Unido y la volátil escena política parecen estar desanimando a los inversores", a juicio de Streeter.
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