Atenas, 25 may (EFE).- La Bolsa de Atenas cerró hoy con nuevas pérdidas y su principal indicador, el índice ATHEX, se desplomó un 3,45 % hasta situarse en niveles de la década de 1980 debido a la falta de conclusiones de la cumbre europea y a la incertidumbre sobre el resultado de los comicios del próximo 17 de junio.
Durante la semana el parqué ateniense ha acumulado pérdidas cercanas al 9 %.
El índice ATHEX quedó por primera vez en mucho tiempo por debajo de la barrera psicológica de los 500 puntos y cerró en 485,18 puntos, 17 menos que al cierre de la sesión del jueves, situándose en un nivel que, según la web del diario económico Imerisia, no se veía desde 1989.
Ante los continuos rumores de una eventual salida de Grecia de la Eurozona, el primer ministro interino, el jurista Panayotis Pikrammenos, se reunió hoy con el presidente de la República, Karolos Papulias, para transmitirle las conversaciones mantenidas en Bruselas durante la cumbre europea.
"Nuestros socios europeos quieren que Grecia permanezca en la eurozona. Sin embargo, exigen que, obviamente, cumplamos las obligaciones a las que nos hemos comprometido", explicó Pikrammenos a la prensa.
Ya antes de los comicios del pasado 6 de mayo, la llamada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) había exigido a Atenas que el nuevo gobierno salido de las urnas aprobase en junio recortes por valor de 11.500 millones de euros y comenzara el proceso de reducción de la plantilla de funcionarios en 150.000 plazas, del total de 700.000.
Sin embargo, la imposibilidad de formar gobierno ha impedido siquiera comenzar a plantearse estos nuevos recortes y, aún más, el partido favorito para la repetición de los comicios, la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), exige que se derogue el memorándum de medidas de austeridad y de privatizaciones firmado por el anterior Ejecutivo con la troika.
Varios dirigentes europeos ya han amenazado con que si Syriza vence las elecciones y cancela los compromisos adquiridos por el anterior gobierno, se cerrará el grifo de la financiación y se abrirá la posibilidad de una salida de Grecia de la moneda común.
En declaraciones a la radio Skaï, el diputado de Syriza, Dimitris Papadimulis, criticó que a ellos se les pida cumplir lo acordado cuando, a principios de mes, los prestamistas de Grecia decidieron "de forma unilateral" reducir en mil millones de euros uno de los tramos del plan de rescate que se envió a Atenas.
"¿No es eso romper el contrato de forma unilateral?", preguntó Papadimulis, a la vez que reiteró la oposición de su partido al memorándum ya que, según dijo, si Grecia "no cambia de estrategia será imposible pagar la deuda, pues se incrementará el desempleo y la recesión".
En un comunicado, Syriza acusó a las políticas de austeridad de la reducción de un 20 % en la recolección de impuestos de los últimos meses, lo que agrava el problema del déficit y aumenta el peligro de que el Estado griego se quede sin liquidez en los próximos meses.
Según una nueva encuesta publicada hoy por el diario 'Kathimerini', Syriza lograría el 30 % de los votos en las elecciones de junio (13 puntos más que el 17 % alcanzado el 6 de mayo) y sacaría una ventaja de cuatro puntos a su principal rival, la conservadora Nueva Democracia (ND), que aumentaría del 19 % logrado en mayo hasta el 26 %.
Con todo, el partido izquierdista no obtendría suficientes escaños para gobernar en solitario. EFE