París, 29 dic (.).- El CAC-40 de la Bolsa de París se anotó una subida del 16,52 % en 2023 pese a los temores que durante meses hicieron pesar la inflación y las subidas de tipos de interés, así como los diversos escenarios de inestabilidad geopolítica.
El comportamiento más que positivo del índice general de la Bolsa de París este año encubre, no obstante, unas grandes diferencias entre las empresas que lo componen.
El mercado francés acabó el ejercicio con un ascenso que hace más que olvidar el retroceso sufrido en 2022 (-8,5 %), después de que su indicador de tendencia alcanzara el pasado día 15 el máximo histórico con 7.596,91 puntos.
En la última sesión bursátil del año hubo poca actividad (sólo se negociaron títulos por valor de 1.443 millones de euros) y el CAC-40 se movió en un margen de oscilación muy estrecho, salvo en la última media hora.
Después de haber tocado techo durante la mañana en 7.569,92 puntos, el índice llegó a situarse muy brevemente en territorio negativo cuando apenas faltaban una decena de minutos para el cierre. Tras caer hasta 7.530,93 puntos, el CAC-40 finalizó con un tímido ascenso del 0,11 %, con 7.543,18 puntos.
Stellantis, estrella del CAC-40
La verdadera estrella del mercado francés en 2023 fue Stellantis, que se revalorizó un 59,34 % gracias a unos niveles de rentabilidad que no han dejado de crecer desde que se constituyó en 2021 este fabricante de coches por la fusión del francés PSA Peugeot Citroen (EPA:PEUP) con el italo-estadounidense Fiat-Chrysler.
En el primer semestre, Stellantis consiguió cerca de 11.000 millones de euros de beneficios con un margen operativo del 14,4 %, envidia de los grandes del sector.
También tuvieron comportamientos más que sobresalientes el especialista de los materiales de construcción Saint Gobain (EPA:SGOB) (+46,02 % este año), la sociedad publicitaria Publicis (+41,37 %) o la empresa de componentes eléctricos Schneider Electric (EPA:SCHN) (+39,06 %), que ha superado por primera vez el umbral de los 100.000 millones de euros de capitalización (104.210 millones, precisamente).
Entre las grandes capitalizaciones, la compañía de cosméticos L'Oréal 241.535 millones de euros) se revalorizó un 35,09 %, su mejor resultado bursátil anual desde 1998, y eso que el ejercicio había comenzado de forma difícil por la coyuntura mediocre en China, que es uno de sus principales mercados.
En el negocio del lujo, Hermès (EPA:HRMS) dio un salto del 32,79 % que le ha permitido superar una valoración de más de 200.000 millones de euros.
Alstom (EPA:ALSO), el farolillo rojo
En el extremo opuesto, el farolillo rojo del mercado francés fue Alstom, que se hundió un 46,63 % en 2023.
El fabricante de trenes, metros y tranvías tuvo una verdadera jornada negra el pasado 5 de octubre, cuando cayó un 37,5 % y llegó a cotizar por debajo de los 14 euros, algo que no le ocurría desde 1992.
La razón de ese desastre es la pérdida de credibilidad en sus previsiones financieras después de haber cambiado por sorpresa ese día su perspectiva sobre el flujo de tesorería disponible. Entonces anunció que para el ejercicio 2023-2024 sería negativo de entre 500 y 750 millones de euros, cuando menos de tres meses antes había afirmado que iba a ser "significativamente positivo".
Otras cinco empresas también han acabado el año en rojo: la sociedad de centros de llamadas Teleperformance (-40,70 %); el gigante del lujo Kering (EPA:PRTP) (-16,09 %), lastrado por el fracaso hasta ahora de su estrategia para relanzar su marca estrella Gucci; el grupo de bebidas y licores Pernod Ricard (EPA:PERP) (-13,06 %); el laboratorio Eurofins (-12,05 %); y la farmacéutica Sanofi (EPA:SASY) (-0,09 %).
En el caso de Sanofi, se dio un gran batacazo el 27 de octubre cuando cedió de una tacada un 19 % (su capitalización se redujo ese día en 25.000 millones de euros) al renunciar oficialmente al objetivo de alcanzar un margen del 32 % en 2025 por la necesidad de reforzar las inversiones en investigación y desarrollo (I+D).
El laboratorio farmacéutico no logró convencer a los inversores con su intención de separarse de su actividad de medicamentos generalistas para concentrarse en la "actividad biofarmacéutica" y con un plan de ajuste de costos.