Tokio, 4 jun (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy ligeramente en positivo después de que el optimismo sobre la economía de Japón lograra compensar la preocupación que generó en los inversores la caída del índice de Shanghái durante la tarde.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una subida de 14,68 puntos, un 0,07 por ciento, y se situó en las 20.488,19 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, avanzó 3,90 puntos, un 0,23 por ciento, hasta las 1.673,89 unidades.
El parqué tokiota abrió al alza después de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunciara el miércoles que el banco central continuará con su programa de flexibilización cuantitativa, pero cayó al terreno negativo durante la tarde arrastrada por el desplome del índice general de la Bolsa de Shanghái.
El selectivo Nikkei consiguió moverse hasta el terreno positivo antes del cierre ya que el sentimiento interno se mantuvo optimista ante las expectativas de que el Banco de Japón (BoJ) continúe comprando participaciones de fondos negociados en bolsa.
Las ganancias fueron limitadas a la espera de que se publiquen los datos oficiales de empleo en Estados Unidos el viernes y venza el plano impuesto a Grecia para pagar a sus acreedores internacionales, apuntaron los analistas locales.
El sector de los seguros lideró las ganancias, seguido por el de las emisiones de títulos, con el grupo financiero Nomura Holdings (TOKYO:8604) subiendo un 3,3 por ciento, y el del vidrio y la cerámica.
Por otro lado, la compañía nipona de comercio electrónico Rakuten (TOKYO:4755) cayó un 6,2 por ciento después de anunciar que planea llevar a cabo una oferta pública de unos 100 millones de acciones nuevas para recaudar dinero con la vista puesta en futuras inversiones estratégicas.
En la primera sección, 994 valores avanzaron frente a los 751 que retrocedieron, al tiempo que 140 cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 2,691 billones de yenes (19.264 millones de euros), por encima de los 2,559 billones de yenes (18.317 millones de euros) de la víspera.