Nueva York, 2 dic (EFE).- La caída del precio del petróleo y las fuertes pérdidas que provocó a las empresas energéticas arrastraron hoy a Wall Street hasta un cierre con claros retrocesos.
A lo largo del día, el barril de crudo de Texas volvió a perder por primera vez en tres meses los psicológicos 40 dólares, con una bajada del 4,56 % que se dejó notar claramente en el ánimo de los inversores.
El más golpeado, obviamente, fue el sector energético, que perdió un 2,42 %. Las grandes petroleras lideraron las pérdidas en el Dow Jones de Industriales, con Exxon Mobil (N:XOM) dejándose un 2,83 % y Chevron (N:CVX) 2,34 %.
El pesimismo se contagió además al resto del parqué y tras un inicio de sesión sin rumbo claro, los descensos se acumularon en las últimas horas.
Tanto, que solo dos de los treinta valores del Dow Jones acabaron en verde y ese indicador, el principal de Wall Street, cerró con una bajada del 0,89 %.
Mientras, el selectivo S&P 500 perdió un 1,10 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq bajó un 0,64 %.
El desplome del petróleo se disparó como consecuencia de un aumento de las reservas estadounidenses de crudo mayor de lo esperado, un dato que se conoció con un mercado ya nervioso ante la reunión que esta semana mantendrán los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El viernes, la OPEP debe decidir si reduce su producción, una opción que respaldan una mayoría de miembros para aumentar los precios, pero a la que según varias informaciones se oponen Arabia Saudí y otros países del golfo Pérsico.
Dado que las decisiones de la organización necesitan consenso, los analistas esperan que el exceso de oferta continúe y, como resultado, los precios sigan a la baja.
Aunque el petróleo fue el gran protagonista de la jornada en el parqué, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos también tuvo hoy mucho que decir.
Su presidenta, Janet Yellen, dio hoy nuevas razones para esperar una subida de los tipos de interés en la reunión que la autoridad monetaria mantendrá los días 15 y 16 de diciembre, pero tampoco eliminó todas las incertidumbres, por lo que los operadores respondieron con más nervios.
Una tensión que, además, se vio reforzada a última hora por las noticias que llegaban desde California sobre un tiroteo con víctimas y que a la hora del cierre aún eran bastante confusas.