Lisboa, 2 mar (.).- La Caixa Geral de Depósitos (CGD), el mayor banco de Portugal, obtuvo un beneficio de 842,8 millones de euros en 2022, un 44,5 % más, gracias a la mejora de los ingresos y del negocio internacional y las menores provisiones, lo que permitirá pagar al Estado portugués un dividendo récord de 352 millones.
En un comunicado difundido este jueves, el banco estatal explicó que los ingresos operativos de la actividad principal estuvieron "474 millones por encima del valor registrado en el período homólogo", lo que compensó el incremento de los costes.
La actividad internacional contribuyó con 193 millones de euros al grupo, un 44 % más que en 2021 y la cifra más alta de la historia de la entidad.
Las provisiones se redujeron en 174 millones respecto a 2021, gracias a la estabilización de la situación tras la pandemia.
Los resultados permitirán a la CGD pagar un dividendo récord de 352 millones al accionista único, el Estado portugués, a quien también se entregará el edificio sede de la entidad en Lisboa, valorado en cerca de 300 millones.
PRINCIPALES INDICADORES
La Caixa Geral cerró 2022 con una rentabilidad de los capitales propios (ROE) del 9,8 %, frente a una media del -1,3 % en el período 2011-2022, lo que "evidencia la recuperación iniciada en los últimos años", según el banco.
El margen financiero rozó los 1.408 millones de euros, un 43,8 % más que en 2021, gracias sobre todo al negocio en Portugal, por la subida de los tipos de interés en las operaciones minoristas y el impacto positivo de las operaciones de tesorería y la cartera de títulos.
También contribuyó la actividad internacional, especialmente Mozambique y Angola.
Las comisiones se incrementaron un 8 %, hasta los 606 millones.
El producto bancario global -equivalente a los ingresos- aumentó un 32,3 %, a 2.304,4 millones.
Los costes de estructura crecieron un 58,4 %, hasta 1.203 millones, que incluyen impactos extraordinarios de provisiones para un protocolo de servicios médicos en Portugal, del programa de reestructuración de personal y de un acuerdo con el Gobierno para transferir las responsabilidades de prestaciones del Fondo de Pensiones.
El crédito moroso mejoró hasta el 2,4 % del total (2,8 % hace un año) y la ratio de solvencia "CET 1 fully implemented" se situó en el 18,7 %, 0,5 puntos porcentuales por encima del dato de diciembre de 2021.
El banco fue sometido en 2017 a un proceso de recapitalización acordado entre el Gobierno portugués y la Comisión Europea (CE), que reforzó el capital en cerca de 5.000 millones de euros, a cambio de una reestructuración y de la venta de algunas filiales extranjeras, entre ellas la española.