Barcelona, 15 mar (.).- La Cambra pide al Gobierno español que Cataluña reciba el 25 % de los 5.000 millones de euros en ayudas directas anunciados la semana pasada para afectados por la covid, porque las restricciones han sido más severas que en otras partes de España y han tenido mayor impacto sobre la economía catalana.
Esta corporación de derecho público considera que Cataluña debería recibir 1.250 millones en ayudas dado que a finales de febrero en Cataluña había unas 190.000 personas en ERTE, el 25 % del total del Estado, excluyendo a Baleares y Canarias, frente a un 15 % de la Comunidad de Madrid, argumenta en un comunicado.
Y es que el Gobierno anunció la semana pasada que de los 7.000 millones en ayudas directas previstos, las comunidades insulares recibirían 2.000 millones y los otros 5.000 se repartirían entre el resto de comunidades.
El Estado utilizará la caída del PIB como criterio para repartir los fondos, pero la Cambra alega que en el primer trimestre de 2021 Cataluña ha mantenido activas más restricciones de actividad que la mayoría de comunidades, y por ello solicita una mayor cantidad.
La Cambra recuerda que al conocer que el Estado habilitaría 11.000 millones en ayudas, ya reclamó el 23 % del total, unos 2.600 millones, y que luego, al saber que las ayudas directas sumarían 7.000 millones, solicitó también una asignación proporcional.
"Ahora, con estos 5.000 millones, lo que nos tocaría serían 1.250 millones, que sería solo el 17,8 % de los 7.000 millones en ayudas directas anunciados hace unos días, muy por debajo de lo que debería ser", considera la Cambra.
Asimismo, esta corporación de derecho público pide al Gobierno español "más agilidad" al hacer llegar estos fondos a las comunidades, y tilda de "excesivo" el límite de 40 días que ha marcado el Ejecutivo para hacer llegar estos fondos a las comunidades.
La Cambra cita diversos informes sectoriales para subrayar que el impacto de la pandemia ha sido "muy notable" en los sectores económicos más estrictamente vinculados a la interacción social y a la movilidad, como el turismo, la hostelería, la cultura, el comercio o los eventos, y remarca que, en cambio, la Comunidad de Madrid no ha sufrido restricciones tan severas.