Barcelona, 20 feb (.).- Barcelona cerró 2021 con un récord de inversión hotelera, 721 millones de euros, lejos de los 264 millones registrados en 2019, debido a que los problemas de tesorería que han sufrido muchas empresas por la crisis de la covid-19 les ha obligado a colgar el cartel de 'se vende'.
Según explican a EFE los socios de la promotora y consultora inmobiliaria 3Capital, Juan Gallardo y Roger Serrallonga, cuando se vio que la crisis generada por la covid en el sector turístico barcelonés iba para largo y llegaron los problemas de tesorería, "se empezaron a negociar operaciones".
En este contexto, los inversores que desde hace tiempo querían comprar hoteles en Barcelona vieron su oportunidad, eso sí, sin los grandes descuentos que esperaban tener en los precios.
"Pasamos de un mercado con un gran número de compradores y escasa o nula oferta a un mercado noqueado por la pandemia", señala Gallardo, que recuerda que durante todo 2020 solo se materializaron cinco operaciones, cuya inversión ascendió a 153,7 millones, pero que ya había muchas negociaciones en marcha que acabaron cerrándose el año pasado.
Para Gallardo, este interés inversor en la ciudad es una muestra de "confianza" en el futuro y se da porque ven el "negocio claro" y que Barcelona es un activo turístico que se recuperará tarde o temprano.
Las tasas de descuento que algunos fondos de inversión pretendían conseguir en el precio de los hoteles, incluso de más del 30 %, "no se han producido", según Serrallonga y, en general, se han mantenido bastante los importes previos a la pandemia.
"Lo que ha cambiado con la pandemia es que ha salido producto al mercado", aseguran los expertos, que añaden que sigue habiendo mucha "liquidez", sobre todo por parte de inversores extranjeros que antes no encontraban hoteles a la venta.
Las categorías protagonistas de las operaciones han sido los establecimientos de cuatro y cinco estrellas y, especialmente, de grandes dimensiones, como el Sofia, que fue comprado por el fondo canadiense Brookfiled, o el Apolo, adquirido por Meliá (MC:MEL).
A diferencia del ejercicio anterior, en el que una sola operación, la venta del Nobu, superó el 50 % de la inversión total, en 2021 hubo más compraventas, un total de 20, lo que también supuso un récord en el número de transacciones.
La inversión hotelera en Barcelona ha supuesto más del 23 % del total de la que se realizó en el conjunto de España en 2021, cifra que un año antes fue del 15,5 %, pese a que hay otros destinos con una planta hotelera mucho mayor, como Baleares o Canarias.
Sin embargo, la gran dependencia de la capital catalana del turismo extranjero -un 80 % de los visitantes son internacionales- ha hecho que la crisis haya golpeado con más fuerza a los hoteles de la ciudad que a otros destinos como, por ejemplo, Madrid.
Los principales compradores de hoteles de Barcelona fueron fondos de inversiones, mientras que las socimis no pudieron competir en 2021 con un mercado "tan ágil, rápido y con tanta liquidez", como sí sucedió en años anteriores.
"Las cadenas hoteleras patrimonialistas, impulsoras hasta 2018 de las grandes operaciones de compra venta hotelera en la ciudad, han pasado a protagonizar las principales ventas en Barcelona", afirma Gallardo, que asegura que, pese a ello, la mayoría siguen manteniendo la gestión de los establecimientos.
Respecto a este año, las perspectivas de inversión siguen siendo buenas, pese a que la gran cantidad de operaciones que se hicieron el año pasado hace que se haya reducido la oferta.