Cracovia (Polonia) 23 abr. - Polonia volvió a permitir el viernes el tránsito de importaciones ucranianas por su territorio pero esta decisión solo pospone un conflicto que se ha convertido en el mayor desafío al apoyo, hasta ahora sin fisuras, de Varsovia a Kiev.
Según el Gobierno polaco, la UE pecó de falta de previsión al permitir, al comenzar la guerra en Ucrania, la compra incontrolada de cereal ucraniano sin cuotas, aranceles o controles de calidad.
Para muchos productores polacos, esta situación es un aviso de lo que podría ocurrir tras una eventual adhesión de Ucrania a la UE.
Según explica a Efe Jacek Zarzecki, presidente de la Asociación Polaca de Productores de Ganado Vacuno y experto de la Federación de Asociaciones de Productores Agrícolas, esa integración "entraña una amenaza futura a todos los países europeos, pues las buenas condiciones naturales, los costos y los métodos de producción" ucranianos les permiten ofrecer precios muy competitivos.
Łukasz Pergoł, poseedor una explotación de 400 hectáreas en la región de Masuria (norte) y conocido defensor de la agricultura orgánica y sostenible, va más allá y asegura a Efe que la entrada de Ucrania en la UE "conduciría a "la liquidación de nuestro mercado agrícola", que "solo sobrevivirán quienes tengan miles de hectáreas" y se pregunta si "¿es eso lo que quiere la Unión Europea?".
La disputa no solo se refiere a los cereales: la lista de productos agroalimenticios cuya importación ha prohibido Polonia incluye alimentos como el azúcar, las frutas y verduras frescas o procesadas, carne, lácteos, huevos, alcohol y miel.
Otros países, como Hungría y Eslovaquia, se unieron al boicot polaco en cuestión de días, lo que llevó a Bruselas a anunciar unas ayudas de 100 millones de euros.
En el caso polaco, los problemas comerciales con Ucrania no son algo nuevo: algunas de las vías férreas por las que hoy transitan los trenes con armas y ayuda humanitaria hacia Ucrania estaban cerradas antes de estallar la guerra por contenciosos aduanero
Iniciativas como los llamados "corredores solidarios" y los acuerdos para abrir puertos del Mar Negro para la exportación de grano desde Ucrania permitieron la llegada de unos 24 millones de toneladas cuyo destino debía ser el mercado mundial, pero según los países fronterizos con Ucrania, gran parte de esa mercancía permanece en sus territorios.
La extensión de estos acuerdos, prevista para el próximo 18 de mayo, queda en el aire y Kiev puede verse privado del balón de oxígeno que estas divisas suponen.
Una complicación añadida es el inminente comienzo de la cosecha de cereales, que coincidirá con el fin, el próximo 1 de julio, de la prohibición de importar alimentos ucranianos a Polonia.
Para entonces, el Gobierno polaco espera haber dado salida a todo el grano ucraniano almacenado en sus silos, pero los puertos marítimos de Gdansk y Gdynia, en la costa báltica polaca, cuya capacidad combinada es de apenas un millón de toneladas mensuales, arroja dudas al respecto.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunció esta semana un programa de subvenciones pero solo beneficiará a quienes vendieron trigo o maíz del 1 de diciembre de 2022 al 14 de abril de 2023, y ni siquiera la imposición de un precio mínimo de venta de unos 300 euros por tonelada de trigo convence a los productores locales.
Por otra parte, se ha designado a un equipo de seis fiscales polacos para investigar los numerosos fraudes que se han detectado, con al menos seis casos de compañías polacas que importaron grandes cantidades de cereal con documentación falsificada para ocultar su origen ucraniano a muy bajo precio.
Parte de esa mercancía corresponde al llamado "grano técnico", un tipo de cereal de tan baja calidad que no es apto para el consumo humano o animal y solo sirve como combustible o para elaborar ciertos tipos de alcohol, así como barnices, pinturas o colas.
La tensión sigue latente entre los agricultores polacos, y la situación puede ganar importancia con las elecciones de otoño, pues el partido gubernamental polaco tiene en el sector agrario a uno de sus principales pilares.