Madrid, 9 feb (.).- Las patronales de industrias alimentarias y del sector de bebidas han pedido este jueves al Gobierno y la Comisión Europea (CE) que mantengan o eleven la "presión" para forzar a Irlanda a que no saque adelante su proyecto de reglamento.
Dicho proyecto pone etiquetas sanitarias a las bebidas alcohólicas, incluido el vino.
La industria española ha asegurado, en un comunicado, que Irlanda ha notificado esta semana a la Organización Mundial del Comercio (OMC) su proyecto de reglamento sobre bebidas alcohólicas sin cambios, pese a la oposición de muchos países de la Unión Europea (UE), entre ellos España.
La patronal de alimentación y bebidas FIAB, las de bebidas AESI y Espirituosos España, la asociación Cerveceros de España y la Federación Española del Vino (FEV) han suscrito el comunicado, en el que han alertado de que el Gobierno irlandés está vulnerando el mercado único comunitario.
El procedimiento ante la OMC sería el último paso procesal antes de que Irlanda pueda adoptar la legislación, según la misma fuente.
"La legislación armonizada y el mercado único son dos de los mayores logros de la UE (...) Son la piedra angular de la sostenibilidad económica de las empresas del sector, la gran mayoría de las cuales son pequeñas y no pueden hacer frente a diferentes sistemas de etiquetado en cada Estado miembro", según la industria.
Las empresas han argumentado que un tercio de los países comunitarios, entre ellos España, instaron a la CE a entablar "discusiones profundas con las autoridades irlandesas para evitar las barreras comerciales, al tiempo que se garantiza la información adecuada para consumidores".
"Sin embargo, la CE no ha demostrado voluntad hasta la fecha de actuar en defensa de los Tratados de la UE", según el comunicado.
La industria de bebidas ha pedido al Gobierno que "mantenga la presión y siga actuando de manera coordinada con sus socios europeos para que la CE rectifique y pida finalmente a Irlanda que modifique su proyecto de reglamento para adaptarlo a la legislación comunitaria".
"De lo contrario, la única vía posible para defender el Tratado de la UE sería a través el Tribunal de Justicia comunitario", ha declarado la industria.
La decisión de Irlanda consiste en incluir en todas las botellas de bebidas alcohólicas, incluido el vino, una etiqueta que alerte de que su consumo es "nocivo para la salud".
La medida irlandesa, que sigue un modelo similar al precinto que avisa de los efectos perjudiciales del tabaco, ha sido muy criticada por los productores vinícolas.