Madrid, 27 mar (.).- La industria de alimentación y bebidas reclama apoyo en la transición hacia un modelo energético más sostenible y que se adapte la ley de industria para ajustarla a la situación actual.
Así lo ha defendido la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) tras publicar su Informe de Competitividad y Políticas Públicas.
Según este documento, en el que se ha analizado el sector alimentario en España, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Polonia los impuestos energéticos y una menor inversión de fondos públicos en I+D influyen negativamente sobre la productividad de la industria de alimentación y bebidas.
La industria requiere energía eléctrica y térmica en múltiples fases, como control del proceso de las instalaciones, calefacción, refrigeración y maquinaria y, por ello, en este contexto de alta demanda, "la competitividad del sector está condicionada principalmente por la dependencia de las importaciones energéticas, así como por las medidas fiscales en esta área".
De hecho, el 75 % de los impuestos ambientales que soporta el sector alimentario europeo corresponde a la energía. España es, además, uno de los países donde más se ha incrementado esta tasa en los últimos diez años, junto a Italia y Francia.
Además, se destaca la necesidad de contar con un sistema energético menos dependiente de los combustibles fósiles.
Y es que, aunque la industria de alimentación y bebidas ha avanzado "considerablemente" en la incorporación de energías renovables dentro de su mix energético, en 2020 éstas sólo representaron el 18,7 %, mientras que en 2014 fue del 13 %.
Por lo tanto, el sector reclama un mayor apoyo para acelerar estos procesos y poder satisfacer las demandas de la actividad industrial.