Washington, 16 ene (EFE).- Los consumidores en Estados Unidos pagaron apenas un 1,7 % más por los productos y servicios que adquirieron, en el quinto año de una política monetaria de estímulo sin precedentes, según informó hoy el gobierno.
Las cifras del Departamento de Trabajo muestran que el incremento en el índice de precios al consumo (IPC) el año pasado fue el tercero más reducido en una década.
Otro informe del Departamento de Trabajo indicó que en diciembre las remuneraciones de los trabajadores, ajustadas mediante la inflación, subieron un 0,3 %. En todo 2012 han subido un 0,3 %.
Si se excluyen los precios de la energía y los de los alimentos, que son los más volátiles, la inflación subyacente en Estados Unidos durante todo el año pasado fue del 1,9 %.
La Reserva Federal, que en diciembre de 2008 fijó por debajo del 0,25 % la tasa de interés de referencia, ha prometido que la mantendrá en ese nivel hasta 2015 con la expectativa de que, junto con otras medidas de estímulo, la economía de EE.UU. continúe creciendo tras la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas.
Algunos miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que fija la política monetaria en EE.UU., han advertido de que la continuación del crédito fácil y las inyecciones de miles de millones de dólares en la economía crean el clima propicio para una inflación acelerada, si sube el ritmo de la actividad económica.
Pero hasta ahora la Reserva ha tenido en frente, y sigue proyectando hacia el futuro, un bajo ritmo de inflación.
En 2011 el IPC subió un 3 % y durante la última década ha tenido un aumento promedio del 2,4 %.
En diciembre, el IPC se mantuvo sin cambios y la inflación subyacente fue del 0,1 %.
La pertinacia de la Reserva Federal con su política de estímulo monetario está relacionada con la segunda de sus dos misiones: el empleo.
Durante la recesión entre diciembre de 2007 y junio de 2009, la economía de EE.UU. perdió unos 8,4 millones de empleos, y aunque el empleo ha crecido por más de tres años consecutivos no lo ha hecho a un ritmo suficiente como para bajar de manera sustancial el índice de desempleo.
Al cierre de 2012 el índice de desempleo estaba en el 7,8 % de una fuerza laboral de la que han salido millones de personas, desalentadas por la falta de puestos de trabajo.
Al final de su última reunión del año, en diciembre, el Comité de Mercado Abierto indicó que seguirá con su política de tasa de interés baja en tanto el índice de desempleo se mantenga por encima del 6,5 % y si la proyección de inflación no supera el 2,5 % a uno o dos años en el futuro.
Esta semana, durante una disertación ante la Escuela Gerald Ford de Política Pública, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, el presidente de la Reserva, Ben Bernanke, procuró aliviar las preocupaciones de los inversionistas acerca de los riesgos de inflación acelerada.
"Existe una presunción muy firme de que deberíamos ser más agresivos en cuanto a la política monetaria", dijo Bernanke. "Le prestaremos mucha atención a asegurarnos de que la inflación siga bien contenida, tal como lo está ahora".
Uno de los factores de esa contención ha sido la parsimonia del crecimiento en la economía global, y otro la caída de los precios de la energía, que bajaron un 1,2 % en diciembre. EFE