Madrid, 7 may (.).- La capacidad de las empresas españolas para ofrecer la información sobre sostenibilidad que exige la nueva legislación europea es dispar, ya que algunas compañías disponen de medios y experiencia suficientes para hacerlo, mientras que para otras estas obligaciones supondrán un "desafío".
Ésta es una de las conclusiones del informe elaborado por la Fundación del Instituto Español de Analistas y la plataforma empresarial Workday sobre los nuevos requerimientos establecidos en la directiva europea que regula la información corporativa de sostenibilidad (CSRD), norma que deberán cumplir ciertas empresas a partir de 2025.
"Si bien algunas empresas en España están bien preparadas para los nuevos requerimientos de información sobre sostenibilidad, otras aún se enfrentan a desafíos significativos en este ámbito", resume el informe, presentado hoy.
Según el estudio, algunas compañías no sólo cumplen los requisitos existentes en materia de sostenibilidad sino que también "publican informes de sostenibilidad detallados".
Por el contrario, "muchas empresas todavía se enfrentan a importantes desafíos en este aspecto" y algunas de ellas "pueden carecer de los recursos internos necesarios para recopilar, analizar y divulgar información relevante sobre sostenibilidad".
“Es fundamental que las empresas reconozcan la importancia estratégica de la sostenibilidad y tomen medidas adecuadas para mejorar su capacidad de divulgación en esta materia", ha destacado la autora del informe, Marta Olavarría García-Perrote.
El documento, que incluye una guía práctica, señala siete puntos clave que las compañías deben tener en cuenta para aplicar esta nueva legislación que, según los autores, introduce "cambios relevantes".
En primer lugar, el informe subraya que las nuevas normas no sólo constituyen una herramienta de información sino que también afectan a la gestión empresarial, lo que implica un rediseño de la estructura de gobierno y de la estrategia y modelo de negocio.
En segundo lugar, explica el informe, la nueva legislación exigirá una mayor conexión entre el área financiera y la de sostenibilidad.
La tercera clave del estudio pone el foco en la transición de las compañías y la madurez de sus informes en materia de sostenibilidad.
Los puntos cuarto y quinto se centran en aspectos técnicos relacionados con la información que las empresas deben facilitar.
La sexta clave incide en que los informes sobre sostenibilidad deben elaborarse para ser utilizados por terceros.
Por último, el estudio señala que, por primera vez, se exigirá un plan de transición climática en el que se concreten los objetivos de descarbonización de la empresa.