Madrid, 17 oct (.).- La inversión en capital riesgo cerrará el ejercicio en torno a los 6.000 millones de euros, una cifra récord que representa en torno al 0,45 % del PIB, pero que se sitúa todavía muy lejos de los porcentajes de países de referencia como Francia, donde aporta al crecimiento un 0,90 %.
Los datos los ha avanzado hoy el director general de la Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI), José Zudaire, durante la presentación de un monográfico sobre capital privado ("private equity") elaborado por Funcas.
España vive una eclosión de operaciones de este tipo de fondos, que, además, están muy diversificados geográficamente, ya que además de Madrid y Barcelona, hay una actividad intensa en Valencia, Bilbao y Galicia.
Es el único país de la UE con más de dos centros de operaciones.
Aquí hay un caldo de cultivo propicio para este tipo de inversiones, aunque los niveles de desarrollo del sector están todavía muy por debajo de los de Estados Unidos, donde el 80 % de la financiación empresarial es no bancaria (el capital riesgo es una de las vías) y sólo el 20 % es bancaria.
En España, estas ratios son justamente las contrarias, con sólo un 20 % de financiación no bancaria, por lo que queda un amplio margen de crecimiento para instrumentos como el "venture capital" (capital riesgo en fase temprana), el "private equity" (en fase más avanzada), o las plataformas de "crowdfunding" (financiación colectiva), entre otros.
Carlos Conti, socio director de la sociedad especializada en tecnología Inveready, ha considerado que sería muy positivo que los inversores institucionales entre en este tipo de operaciones, porque eso reforzaría un sector que es acíclico, por lo que aguanta bien las crisis.
Pablo Mañueco, socio de finanzas corporativas de Afi, ha explicado que la dinámica positiva del sector en España se debe al contexto macroeconómico, porque España crece por encima de la UE; al escenario de tipos de interés bajos, al apoyo público, especialmente al lanzamiento de FondICO en 2013; y al elevado interés de los inversores extranjeros.
Juan López del Alcázar, socio responsable de Private Equity de EY, destacó el fuerte crecimiento del sector en el mundo, desde los 2 billones de dólares de 2000 hasta los 13 billones de 2017, con crecimientos anuales del 10 %, aunque en volumen representa sólo un 3 % de los fondos que se mueven en renta variable.