Madrid, 8 may (.).- El sector hotelero alcanzó un volumen de inversión de 400 millones de euros durante los tres primeros meses en España, lo que supone una caída del 59 % respecto al mismo período de 2022, que fue un ejercicio de récord, y del 22 % frente al promedio de los primeros trimestres de los últimos cinco años.
Dicha inversión, cuyo volumen total se ha destinado a activos individuales, concentra el 14 % del total invertido en España hasta marzo, según los datos de la compañía de consultoría y servicios inmobiliarios CBRE difundidos este lunes.
Durante el primer trimestre, se transaccionaron doce activos hoteleros y 1.826 habitaciones (frente a los 39 hoteles y 5.475 habitaciones del mismo periodo de 2022), liderando la inversión los establecimientos de alta gama.
Los fondos institucionales acapararon el 80 % del volumen total transaccionado y, en cuanto al origen, los inversores franceses dominaron el mercado, concentrando el 61 % del total.
Por operaciones, la venta del hotel Dolce Sitges y el Sofía Barcelona han representado más del 60 % de la inversión hotelera total del trimestre.
El interés inversor fue superior en los hoteles de segmento urbano, que representaron el 54 % del total a través de 4 activos, frente al 46 % del vacacional (8 activos).
Cataluña se posicionó como el destino favorito de los inversores, concentrando el 63 % del volumen total (252 millones de euros a través de 3 operaciones), seguida de Canarias y Baleares, con un 14 % de la inversión cada una.
Por el lado de la cartera de proyectos, se prevé la apertura de alrededor de 300 hoteles (32.000 habitaciones aproximadamente) en España hasta 2024, siendo el 25 % de los mismos de gama alta (5 estrellas y 5 estrellas GL) y concentrándose en torno al 50 % en Madrid, Málaga, Valencia e islas.
Según el director de CBRE Hoteles Iberia, Jorge Ruiz, la tendencia inversora para los próximos meses dependerá en gran medida de la evolución de los tipos, pues aunque el interés en el mercado hotelero sigue siendo alto, la incertidumbre macroeconómica y el elevado coste de financiación está ralentizando el ritmo de inversiones en el sector.