Berlín, 9 mar (.).- La Feria Internacional del Turismo de Berlín (ITB), la mayor del sector, llegó hoy a su última jornada entre pronósticos de plena recuperación, el auge de segmentos como los paquetes cerrados de vacaciones y la oferta LGTB, además de la imagen convulsa de Georgia, el país invitado.
"Optamos por reducir a tres las jornadas de la feria y restringirlas a los profesionales del sector por cautela económica ante un año de reencuentro", comentó a EFE el presidente de la Feria de Berlín, Dirk Hoffmann, en un aparte de su presentación de la ITB, el pasado lunes.
Los tres días, en lugar de los cinco habituales hasta el parón de la pandemia, han superado con creces las expectativas. "Agencias de viajes, turoperadores y demás expositores hablan de reservas a todo gas. Es una tendencia que empezó a notarse en diciembre", confirmó Torsten Schäfer, de la Federación Alemana de Turismo (DRV), en la última jornada.
En enero se doblaron las reservas respecto al año anterior, mientras que en comparación al último año prepandemia -2019- se registró un aumento del 12 %, según estimaciones de la ITB, aunque sin cifras absolutas.
El turoperador DERTOUR estima que, en la temporada alta, las reservas de paquetes cerrados se situarán un 70 % por encima de las del 2022 -aún afectado por las restricciones-.
Los paquetes cerrados está en un buen momento, como "refugio" para unas vacaciones más o menos factibles en tiempos de fuerte inflación como la actual.
Paradójicamente están también en auge el de viajes de lujo, como se plasma entre los expositores de este segmento. Están profusamente concurridos, pese a que el acceso a algunos de ellos está restringido a visitas concertadas previamente.
"La ITB ha sido una feria marcada por el deseo al regreso. Que sean solo tres días, no cinco, y sin público implica menos movimiento. Pero el ansia viajera se nota en todos nosotros", explicó a EFE Juan García, en el estand "Valencia Gay Games 2026", agrupado en el pabellón de ofertas orientadas al turismo LGTBQ+.
El centro del pabellón lo ocupa Malta, con Valetta como capital del "Orgullo Europeo". Es la primera vez que hay un espacio específico para esta oferta, con Buenos Aires en vecindad con Valencia.
"La oferta LGTBQ+ está ahora mismo presente en casi todo el turismo mundial, incluidos países no reconocibles como 'gay friendly'", explica Thomas Bömkes, responsable del pabellón. Desde ese espacio se brinda no solo información, sino que también se abordan cuestiones como la homofobia que subyace en las sociedades dichas avanzadas o los atentados contra el colectivo.
La sesión de debates de este jueves arrancó precisamente con una serie de documentos de la matanza de un club gay de Orlando (Estados Unidos), el 12 de junio de 2016, con 49 víctimas. "A la ITB venimos a hablar de negocios. Pero también de derechos. Como el derecho a la vida y al respeto", resume Bömkes.
El recorrido por los 27 grandes pabellones de la ITB, con 5.500 expositores de 161 países, es una panorámica planetaria, en la que cada país trata de ofrecer su lado más atractivo y mayoritariamente pasando de puntillas sobre los problemas álgidos.
Los destinos de referencia para el anfitrión alemán son los del sur europeo y principalmente el área mediterránea, sea Grecia, Creta, Italia o España, en su conjunto. Turquía sigue siendo su primer destino, pese al impacto de los recientes terremotos.
Ucrania tiene una presencia testimonial, con un estand plagado de mensajes de apoyo -como "Slava Ukraini"- escritos por los visitantes en sus carteles. "Hay que pensar en el turismo como esperanza de futuro tras la guerra", comenta Irina, junto al exhibidor de un país que, hasta la invasión rusa, recibía 14 millones de turistas al año.
Georgia ocupa un lugar destacado en tanto que país invitado de la presente edición. Se presenta bajo el lema "Hospitalidad infinita" y pretende atraer al visitante con atractivos que van desde sus paisajes montañosos a su gastronomía.
Al cierre de la ITB, las imágenes que dominan en Berlín sobre Georgia son las de las protestas de ayer contra el proyecto de ley sobre agentes extranjeros, cuya revocación anunció hoy el Gobierno de Tiflis.
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