Salamanca, 12 jul (.).- La pequeña localidad salmantina de Retortillo, de apenas 200 habitantes, ha recibido con silencio el informe desfavorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a la construcción de la que sería la mina de uranio a cielo abierto más grande de Europa que proyecta la empresa Berkeley (LON:BKGH) en este pueblo, donde sus vecinos han quedado divididos entre los que defienden la generación de empleo y los que rechazan el impacto ambiental.
Desde que hace una década se conocieran las primeras pretensiones de construir una explotación de uranio en este pequeño pueblo del Oeste salmantino, en el campo de Yeltes, rodeado de encinas, la división ha sido la tónica de los planteamiento vecinales.
Pero no solo ha dividido a los vecinos de Retortillo sino también a los de municipios próximos que, de una manera o de otra, se sentían beneficiados o perjudicados por este proyecto.
Mientras que el alcalde de Villavieja de Yeltes, Jorge Rodríguez, que dista escasos 12 kilómetros de donde se prevé hacer la mina se ha mostrado contrario a este proyecto, el regidor de Retortillo, Eustaquio Martín, ha preferido guardar silencio y no hacer declaraciones ante el informe desfavorable del Consejo de Seguridad Nuclear conocido este lunes, como también ha hecho la Diputación de Salamanca.
Esta división entre los vecinos tanto de Retortillo como de la comarca ha sido la constante durante los años que se lleva gestando la mina de uranio y que se ha podido comprobar en las manifestaciones a favor y en contra que se han convocado durante esta década.
"Que hablen los políticos", asegura uno de los pocos vecinos de este municipio que accede a hablar con Efe pero que prefiere mantener el anonimato. Y recuerda la fuerte división que existe entre familiares y amigos en función de "si tenía trabajo en la mina o no".
"Es el momento de que hablen quienes tienen que hablar", asegura.
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