Madrid, 12 jul (.).- La nueva ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se ha comprometido a ser punta de lanza de las transformaciones de los fondos europeos, a abanderar el desarrollo sostenible y a construir democracia con el derecho a la vivienda, tras recibir la cartera de manos de su predecesor, José Luis Ábalos.
"La democracia no crece con ladrillos, sino con derechos, y no hay dignidad sin vivienda, su función social es incuestionable", ha afirmado en un acto en el que Ábalos ha reivindicado su gestión y ha advertido a su sucesora de la dureza del cargo: "uno es la cabeza a la que golpear", le ha dicho.
Entre sus principales retos la nueva ministra tiene el de acordar con la titular de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, el anteproyecto de Ley por el Derecho a la Vivienda, con la regulación de precios de alquiler como discrepancia insalvable hasta ahora entre los socios de Gobierno.
En su municipio, la hasta ayer alcaldesa de Gavá (Barcelona) se acogió recientemente a la ley catalana de alquileres para que fuera declarado zona de mercado tensionado y limitar las rentas durante 5 años, lo que podría indicar una mayor predisposición a ceder en este punto que la de su antecesor.
Sánchez, que ha elogiado el "trabajo extraordinario" de Ábalos en cuanto a modernizar el ministerio, adaptarlo a los nuevos tiempos y humanizarlo, ha dicho que espera estar "a la mitad de su altura", al tiempo que ha destacado que "venir del mundo local imprime carácter y exige mucha dedicación y vocación" y que "la proximidad, el contacto con el ciudadano y el conocimiento de lo cotidiano es absolutamente necesario para abordar los grandes cambios".
Al acto de traspaso de la cartera ministerial han asistido, entre otros, el exministro de Sanidad y diputado del PSC Salvador Illa; el exministro de Fomento y exvicesecretario general del PSOE José Blanco; el presidente de Aena (MC:AENA), Maurici Lucena; el portavoz del PSOE en la Comisión de Transportes del Congreso, César Ramos, y numerosos altos cargos del departamento.
En su declaración de intenciones la nueva ministra ha planteado que la movilidad y el transporte son herramientas decisivas para la igualdad de oportunidades en una España que avanza para ser "más verde, digital y cohesionada".
"Tengo claro que este ministerio es la punta de lanza de la recuperación y las grandes transformaciones de los fondos europeos, que vamos a abanderar el desarrollo sostenible sobre el que pivotará el nuevo modelo productivo y que estamos construyendo democracia, con derechos como el de la vivienda", ha planteado.
A su juicio, de todas las cosas que hay que construir "la más necesaria es la democracia, un edificio muy especial porque no crece con ladrillos, sino con derechos, porque no hay derechos y no hay dignidad sin vivienda", ha argumentado.
Tras sostener que el derecho a la vivienda es el "pilar central del bienestar, la frontera que separa la integración de la marginalidad" y que sin ella "no hay libertad ni seguridad", ha resaltado los "esfuerzos del anterior equipo por poner en pie una política de vivienda, mientras otros gobiernos se conjuraron en desmantelar un patrimonio público que nos pertenece a todos".
"Me oiréis referirme a lo público y verme en primera línea de su defensa", ha avanzado, y ha explicado que sus guías de actuación serán la vivienda y la agenda urbana, "que es acabar con el secuestro de nuestras ciudades por el transporte privado".
Las claves para ello serán la sostenibilidad y una estrategia de movilidad dirigida a abandonar los combustibles fósiles, donde peatones y bicicletas recuperen el espacio que antes ocupaban los coches.
Sánchez También se ha comprometido a impulsar el sector de la construcción a través de la rehabilitación y a "hacerlo bien y desde la óptica del medio ambiente".
La nueva ministra, que se ha declarado socialista, ecologista y catalana, ha dicho que cree en el diálogo y la cooperación, que defiende la cogobernanza del modelo federal y que el hecho de ser mujer "imprime carácter e imprimirá una mirada de género" a su gestión.