Bruselas, 17 jul (.).- La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) desmanteló una red de contrabando de vodka y whisky falsificados que se vendían en el mercado europeo etiquetados como marcas legítimas y confiscó casi 400.000 botellas de estas bebidas valoradas en 14 millones de euros.
Las bebidas falsificadas llegaban a varios puertos de la Unión Europea a través del Cáucaso y los responsables del "sofisticado esquema" utilizaban el transbordo de las mercancías de un carguero a otro para ocultar el origen real de los productos, algo habitual en este tipo de casos, según explicó este miércoles la OLAF en un comunicado.
"Las bebidas alcohólicas falsificadas estaban inteligentemente empaquetadas y etiquetadas para imitar a marcas 'premium', haciendo difícil que los consumidores y minoristas las distinguiesen de los productos legítimos", indicó la organización.
Aunque el principal destino de los productos era el mercado de la Unión Europea, el esquema y proceso de producción cubría varios países fuera del bloque, señaló la OLAF, que puso en marcha la investigación sobre esta red de tráfico "a gran escala" y actuó como coordinadora entre las autoridades de varios países comunitarios y extracomunitarios que participaron en la misma.
Las pesquisas llevaron finalmente a detectar "docenas" de contenedores sospechosos y a la confiscación de 377.963 botellas con más de 282.000 litros de vodka y whisky falsificados, cuyo valor se estima en unos 14 millones de euros.
La organización no detalló, sin embargo, en qué países se produjeron las incautaciones o qué marcas legítimas imitaron los falsificadores.
"La falsificación de alcohol no es solo un delito económico, sino un grave riesgo de salud pública. Estos productos ilícitos con frecuencia contienen sustancias perjudiciales que pueden provocar serios problemas de salud o incluso ser fatales", dijo el director general de la OLAF, Ville Itälä, en un comunicado.
La organización destacó su papel "crucial" a la hora de centralizar la comunicación y facilitar la cooperación entre diferentes países puesto que los casos de contrabando suelen implicar a intrincadas redes en múltiples Estados, lo que dificulta que las autoridades nacionales puedan por sí solas identificarlas y desmantelarlas.