París, 10 oct (.).- La patronal francesa Medef, a contracorriente de todos los grandes partidos políticos del país, está a favor de un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, y no quiere resignarse al bloqueo que se prolonga desde hace muchos años y que impide avanzar con esa región y con otros futuros acuerdos.
"La solución no puede ser el statu quo", subrayó este jueves Fabrice Le Saché, vicepresidente del Movimiento de Empresas de Francia (Medef) y responsable de cuestiones europeas, en un encuentro con la prensa en París.
Le Saché insistió en que mientras no se concluye ese acuerdo "perdemos desde el punto de vista geopolítico" porque otras grandes potencias mundiales están ocupando el terreno comercial en Mercosur que podría tener la UE, que se cierra muchas oportunidades de negocio.
Recordó que hay 280 millones de personas en el mercado común sudamericano y que "no se puede dejar a los industriales sin una solución".
Prácticamente toda la clase política francesa se opone a ratificar ese pacto comercial que lleva empantanado desde el acuerdo de comienzos de 2019 entre los dos bloques, empezando por el presidente, Emmanuel Macron, que ha dicho repetidamente que sólo le daría luz verde con una serie de condiciones en el terreno climático, pero sobre todo para el sector agrícola.
Más allá de la exigencia de 'cláusulas espejo' para que los productos llegados de Mercosur cumplan las condiciones sanitarias y medioambientales que se exige a los europeos, Macron justificó su bloqueo durante el mandato del anterior presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por su política de deforestación y de alejamiento de los Acuerdos de París sobre el clima.
Pero para el Medef "no se puede decir que el Brasil de Bolsonaro y el Brasil de Lula (el actual presidente) sea lo mismo en el terreno de la deforestación".
Le Saché anunció, por otro lado, que van a organizar durante el primer trimestre de 2025 "una cumbre patronal europea", en la que participarán las organizaciones de, "como mínimo, 16 países miembros" para luchar contra las "discriminaciones" que, a su juicio, sufre la energía nuclear en las reglas europeas.
En particular, quieren combatir las condiciones diferentes que se imponen a las inversiones en el sector nuclear respecto a las destinadas a las energías renovables.
Macron se ha comprometido a relanzar el sector en Francia con la construcción de, al menos, media docena de nuevos reactores nucleares, que entrarían en servicio progresivamente en, como mínimo, una docena de años y que vendrían a reforzar y reemplazar el parque actual, con el que se genera alrededor del 70 % de la electricidad del país.
El Medef está convencido de que la energía nuclear va a seguir aportando a las empresas francesas competitividad en el costo de la energía, además de garantizar una estabilidad de suministro que, a su parecer, por ahora no pueden ofrecer por sí solas las renovables.
Le Saché afirmó que la patronal francesa está inquieta por algunos signos de debilidad de la economía francesa, como la inversión de las empresas o la destrucción de empleos; así como por la situación de las finanzas públicas.
Sobre este último punto, el mismo día en que el Gobierno del primer ministro conservador, Michel Barnier, presenta en detalle los presupuestos para 2025, hizo hincapié en que "la primera prioridad es bajar el gasto público", que en Francia tiene el mayor peso relativo no sólo en la UE, sino en toda la OCDE.
En cuanto a los planes ya anunciados por Barnier para aumentar la fiscalidad de las grandes empresas, Le Saché afirmó que "debe ser extremadamente selectivo y excepcional".
Igualmente, defendió la controvertida reforma de las pensiones de Macron, adoptada el pasado año, que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años (Medef quería que fueran 65).