Avilés (Asturias), 7 abr (.).- El comité de empresa de Alu Ibérica de Avilés ha firmado este jueves el expediente de extinción de empleo para toda la plantilla de la fábrica, tal como le fue encomendado por sus más de 240 trabajadores y con la esperanza de que el próximo inversor tenga carácter industrial y rescate los actuales empleos.
El presidente del comité de empresa, José Manuel Gómez de la Uz, ha explicado a los trabajadores que, tal como le fue encomendado por la asamblea en referéndum, ha procedido a la firma del expediente de extinción y que, a partir de ahora, ya no está en la mano de los sindicatos “lo que pueda pasar, porque todo depende de terceras personas”.
Gómez de la Uz ha expresado su esperanza en que el comité de empresa de A Coruña cumpla con el mandato de sus trabajadores y firme el expediente por unanimidad, “porque es requisito indispensable para llegar a un acuerdo global económico con Alcoa”.
“Nosotros cumplimos nuestra parte, seguimos hacia adelante y esperamos que en A Coruña también tengan en cuenta a los trabajadores y no abran periodos de consultas e insten a Alcoa (NYSE:AA) a estar en ellos, porque eso supondría la rotura de nuestro acuerdo”, ha declarado.
“A partir de ahora, intentaremos trabajar para que la próxima empresa que haya en Avilés sea de carácter industrial y, sobre todo, intentaremos, ya que estamos personados en el concurso, que se tengan en cuenta la empresa que más trabajadores actuales recoloque en el futuro”, ha declarado el representante sindical.
Gómez de la Uz se ha despedido de sus compañeros con unas palabras, después de tanto tiempo de lucha por el mantenimiento de la actividad fabril y de los puestos de trabajo: “Suerte a todo el mundo y, como presidente del comité de empresa de Avilés, deciros que ha sido un orgullo para mí estos años al frente de este comité”.
El expediente de extinción de empleo afecta a la totalidad de la actual plantilla, más de 240 trabajadores, mientras continúa adelante el proceso para percibir la indemnización de Alcoa, antigua propietaria de la aluminera.
La plantilla se hallaba inmersa en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y, tras la firma del despido con la administración concursal, y una vez reciba la correspondiente autorización judicial, los trabajadores estarán en paro a partir del 1 de mayo previsiblemente.
La firma de despido colectivo no es todavía el final del largo proceso de la fábrica de aluminio, que arrancó con la decisión de Alcoa de vender sus plantas de Avilés y A Coruña.
El pasado mes de marzo, el 93,6 % de los trabajadores se mostró a favor de llegar a un acuerdo con la antigua propietaria de la fábrica para aparcar la vía judicial emprendida por la venta de las plantas y aceptar las indemnizaciones previstas por despido.
El acuerdo, todavía pendiente de cerrar detalles, recoge una indemnización por cada empleado de 60 días por año trabajado más 10.000 euros, lo que supondrá un desembolso para la compañía de unos 70 millones de euros, entre las fábricas de Avilés y A Coruña.
Alcoa exige un acuerdo por unanimidad, por lo que no se sabrá si el proceso llegará a buen puerto hasta que no se produzca la firma definitiva y, en consecuencia, la asunción de los puntos convenidos para acceder a la indemnización.
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