Madrid, 19 abr (.).- La potencia firme para asegurar la disponibilidad de energía en los momentos que lo necesite el sistema eléctrico se contratará a través de subastas en las que los ofertantes pujarán por el precio que estén dispuestos a cobrar por la capacidad de potencia firme que oferten.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha abierto hasta el 12 de mayo el proceso de audiencia e información pública de la orden que crea un mercado de capacidad para incentivar la inversión en almacenamiento y tener potencia firme para garantizar el suministro eléctrico en un sistema con alta penetración renovable como el previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Los mecanismos de capacidad permiten disponer de capacidad firme y garantizar la seguridad de suministro en los momentos de máxima tensión para el sistema, como las horas de la noche (con ausencia de sol) en las que coinciden una situación anticiclónica (ausencia de viento) con temperaturas muy bajas (alto consumo energético).
Esto genera una punta de demanda en el que las renovables sin almacenamiento no son capaces de aportar toda la energía que necesita el sistema.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica, la futura orden facilitará que tecnología limpias que actualmente tiene un menor grado de madurez, como los sistemas de almacenamiento energético, puedan entrar en el 'mix' a medida que alcancen mayor competitividad, lo que permitirá que desplazar a tecnologías más contaminantes y aumentar la cuota de generación eléctrica a partir de fuentes limpias.
Los mercados de capacidad, frente a diseños de mercado basados exclusivamente en la energía, contribuyen a evitar episodios de precios muy elevados en los momentos de escasez, reduciendo la volatilidad de precios y dando certidumbre a los consumidores, generadores y titulares de instalaciones de almacenamiento.
El mercado de capacidad propuesto en el proyecto es un sistema centralizado en el que el operador del sistema, Red Eléctrica de España (MC:REE), contratará la potencia firme requerida -potencia que una instalación puede ofrecer en los momentos de demanda punta-, en función de las necesidades que detecte en sus análisis de cobertura de la demanda para los diferentes horizontes temporales.
La potencia firme se contratará a través de procedimientos de subastas "pay as bid" (gestionadas por REE), en las que los actores que acudan tendrán que pujar por el precio que estén dispuestos a cobrar por la disponibilidad de la potencia firme que oferten y ese será el precio que cobrarán si resultan adjudicatarios.
Los participantes en estas subastas podrán ser instalaciones de consumidores, de generación o almacenamiento, incluidas las instalaciones de autoconsumo, siempre que cumplan los requisitos establecidos.
DOS TIPOS DE SUBASTAS DE CAPACIDAD
El proyecto de orden contempla dos tipos de subastas de capacidad: subastas principales y subastas de ajuste.
Las subastas principales se harán anualmente y estarán asociadas a un periodo de prestación del servicio de cinco años, que se iniciará en un plazo máximo de cinco años desde la asignación del servicio.
Las subastas de ajuste serán también anuales, pero en este caso el periodo de prestación del servicio será de doce meses, que se iniciarán en un plazo máximo de doce meses desde la asignación del servicio.
Estas últimas subastas tienen la finalidad de resolver problemas de cobertura que no sean cubiertos por medio de potencia firme asegurada mediante las subastas de capacidad principal.
Hasta que entre en funcionamiento la potencia firme de la primera subasta principal que se celebre, se prevé, de manera transitoria, la celebración de subastas transitorias de carácter anual.
Las primeras subastas se celebrarán una vez se haya publicado la orden ministerial y recabado la autorización de la Comisión Europea (CE), y las convocará la Secretaría de Estado de Energía.
Los titulares de instalaciones que resulten adjudicatarios se constituirán como sujetos proveedores del servicio de capacidad y deberán cumplir con lo establecido en la orden y los procedimientos de operación que la desarrollen.
Tanto la generación como el almacenamiento y la demanda podrán participar en las subastas siempre que cumplan con los requisitos.
La norma introduce "ratios de firmeza", dada la diferente facilidad de las distintas tecnologías para ofrecer con seguridad un megavatio de potencia en los momentos de demanda punta.
Estas ratios de firmeza establecen una equivalencia entre distintas formas de generación (con y sin almacenamiento) para evaluar la capacidad de cada tecnología de encontrarse disponible en los momentos de mayor escasez de electricidad.
El mecanismo de capacidad que crea la orden se revisará al menos cada diez años y la norma establecerá incentivos para asegurar la disponibilidad de estas tecnologías cuando sean necesarias.
Además, la orden fija un límite máximo de emisiones de CO2 de 550 gramos por kilovatio hora (KWh) para las instalaciones de generación participantes en el mecanismo y las nuevas inversiones que deseen participar deberá acreditar que se corresponden con instalaciones no emisoras (0 gramos ).
Los proveedores del servicio de capacidad recibirán una retribución fija mensual en euros por megavatio hora (MWh) en función de la potencia firme asignada y del precio resultante de la casación en las subastas, y podrán sufrir una penalización en caso de incumplimiento.
El mercado de capacidad lo financiarán todos los consumidores de electricidad y se introducirá en la parte variable de la factura por segmento tarifario y periodo horario -como ocurrirá a partir del 1 de junio con los nuevos peajes de transporte y distribución, y cargos-, en función de las necesidades de potencia firme.