La mejora de la salud financiera básica de las empresas más pequeñas puede tardar "más tiempo en hacerse patente tras los informes de beneficios del segundo trimestre", según afirmaron el miércoles los analistas de la firma de corretaje Strategas.
Señalan que, al final del primer trimestre, las previsiones de crecimiento de los beneficios por acción (BPA) de las empresas más pequeñas serán inferiores a las de las grandes, lo que dificulta tener unas expectativas muy positivas para el futuro.
Strategas sugiere que si el descenso del valor de las empresas más pequeñas tras la primera reducción del tipo de interés de la Reserva Federal no es tan acusado como el de las empresas más grandes, "podría ser prudente empezar a aumentar la inversión en ellas", pero en general, es difícil adoptar una visión positiva sobre las perspectivas financieras de estos valores.
Tradicionalmente, las acciones de las empresas más pequeñas se comportan peor que las de las grandes en aproximadamente 400 puntos básicos cuando el ciclo económico alcanza su punto álgido y comienza a declinar. Este patrón se debe a que las empresas más grandes tienen un acceso más directo a la financiación y un flujo de caja más sólido que las pequeñas, explican los analistas.
La situación actual podría agravar esta diferencia, ya que alrededor del 40% de las empresas del índice Russell 2000 no han obtenido beneficios en los últimos 12 meses.
A pesar de ello, los datos históricos indican que durante las seis recesiones económicas desde 1980, las empresas más pequeñas han obtenido mejores resultados que las grandes. De media, las empresas más pequeñas han superado a las más grandes en 1.400 puntos básicos en términos de rendimiento, mirando 12 meses por delante desde el punto más bajo de la recesión, según la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER).
"El problema es que reconocer el 'final' de una recesión sólo puede hacerse a posteriori, pero los datos siguen indicando que las acciones de las empresas más pequeñas suelen verse más afectadas por los cambios en la tasa de crecimiento de la economía estadounidense que las acciones de las empresas más grandes", señalan los analistas de Strategas.
Julio fue un buen mes para las empresas más pequeñas en comparación con las más grandes, pero a principios de mes surgieron preocupaciones debido a la mínima participación de los valores que suelen ser menos volátiles y tener una baja correlación con el mercado en general. En consecuencia, se han perdido más de dos tercios de los mejores resultados de las empresas más pequeñas, que han tenido dificultades para mantener su rendimiento durante la caída del mercado en agosto.
"Hasta que se produzcan mejoras duraderas en la salud financiera básica, desaconsejaríamos invertir en esta categoría de activos en favor de mantener las inversiones en empresas más grandes", afirma la firma a modo de conclusión.
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